Una cosa que si es completamente cierta y es que la paz tiene un altísimo costo económico y la pregunta es: ¿este pago de dónde sale? Pues de las arcas del estado que se nutren con los dineros del contribuyente. Somos nosotros los que pagamos el impuesto a la renta, el iva, el cuatro por mil y toda esa cantidad de contribuciones que se nos coloca. Desde luego que toda nación vive de los impuestos, de ahí sale el mantenimiento del país y sus obras de desarrollo, pero pagar el altísimo precio de la paz de nuestro bolsillo de verdad que es doloroso, pues se trata no solo de resarcir los tremendos daños hechos a la población a causa del ataque de unos bandidos a la gente y al país, sino también a darles sustento una vez hayan entregado las armas, es decir darles conque vivir para que dejen de delinquir.

El presupuesto de la paz está calculado sobre miles de millones de pesos, pero el hueco fiscal es de unos doce billones y medio. Entonces el gobierno necesita cubrirlo y para ello sube los impuestos a los ricos y también a los pobres, porque por ejemplo el cuatro por mil que fue algo temporal ya quedó permanente y este gobierno prometió desmontarlo, pero no, ahí se queda y eso lo pagamos todos tanto ricos como pobres.

Cuanta gente se pregunta y porque no lo, paga la guerrilla que tiene miles de millones de pesos y millones de dólares enterrados en caletas en el monte, dinero inservible y para nadie, porque no lo entrega para reparar las víctimas del conflicto, para financiar la paz. ¿Cómo así que se quiere la paz pero no se contribuye para ella? Esas son las paradojas del proceso que hacen que mucha gente entre en desconfianza y pierda credibilidad. La paz si, la necesitamos, pero pagar la paz quienes somos las víctimas, eso no es justo. Pero más lejos de este clamor, seremos nosotros quienes finalmente paguemos el precio de la guerra y el de la paz, sí, como siempre el pueblo.

Presidente Canal Teleamiga Internacional.

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