Adportas de entregar el país con el plebiscito

La práctica de la vida es lo que más enseña. En las elecciones del 15 de junio cuando reeligieron a Santos con derroche de dinero y mentiras, hubo la suma de taras que sólo pueden acumularse en cerebros letrinos preparados para ser receptores de ideas, concepciones, estigmas y maculas repugnantes, pero esto no quiere decir que por haber obtenido “mayoría de votos” tengan razón, la experiencia adquirida nos muestra algo muy real en este duro batallar y nos prepara para enfrentar lo que se nos viene ahora con el tal plebiscito del cual tienen el libreto listo para por medio de mermelada a los medios, imponerlo, y como aquí, la verdad es que, tenemos un alto índice de ignorancia, gente muy fácil de manipular y eso lo saben Santos, las farc y todos sus sátrapas, por eso nos quieren clavar los 75 puntos acordados, con un simple sí.

En un santiamén con el que piensan validar los apetitos desordenados de los que tienen el cerebro en el dedo gordo del pie izquierdo; sapiencia necesaria para que al ocultar sus defectos, poder entregar el país a nuestros verdugos; aquellos con los cuales Santos y su hermano Enrique han compartido y establecido estrechos vínculos desde hace rato.

La forma de gobernar de Santos, ha hecho posible que desarrollemos capacidad para descubrir estas minucias y los asuntos de transcendencia que se anidan en el cerebro de estos malvados que quieren convertir a Colombia en otra Venezuela.

Estamos adportas de entregar el país con el plebiscito de Santos, los bandidos dejaran sus armas pero las conservarán en sus santuarios; nadie les pondrá problema para su mayor operación, cultivo, transformación, transporte y venta de sus drogas, recuerden que durante la hecatombe del Caguán, las Farc asesinaron y secuestraron decenas de miles, 700 desaparecidos; 6.000 víctimas de minas; tres mil atentados a 600 poblaciones, puentes, torres de energía, oleoductos, arrasaron hectáreas de selva para sembrar coca; muchísimos caqueteños emigraron, considerado como el mayor éxodo forzado en la historia de nuestro país.

Ante el auge del narcotráfico con el “cartel delos soles” de Venezuela comercializando, crimen organizado, corrupción e inseguridad pública; lo que debería el presidente es cumplir con su obligación de ser garante y protector del pueblo y no estar montando cortinas de humo con su fiscalillo de bolsillo.

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