Afirmación descorazonadora

No es un secreto que en Estados Unidos fue el presidente Franklin Delano Roosevelt quien tuvo la feliz idea de preguntarle a los que sabían, ¿qué hacía falta para desarrollar al país? Infraestructura, le respondieron. Con su nueva política –conocida como New Deal: Nuevo trato- emprendió una agresiva campaña para estimular la economía a través del aumento del gasto público: carreteras, hidroeléctricas, escuelas, etc. Principalmente carreteras, y hoy se repite que sus paisanos lo recuerdan más por la infraestructura que patrocinó que por haber salido victorioso en la segunda confrontación mundial y alcanzado la paz.

En su intervención el pasado mes de noviembre en el 10º Congreso Nacional de la Infraestructura el presidente Juan Manuel Santos dijo expresamente que toda la infraestructura vial que está patrocinando el Estado –principalmente las vías de cuarta generación: 4G- para el desarrollo regional tienen su inspiración en la política del New Deal del presidente Roosevelt, las que espera estén terminadas completamente en 2019. Es aquí donde los nortesantandereanos debemos estar contentos porque para ese año, según afirmación del presidente Santos en el citado Congreso, “estará próxima a finalizar la construcción de las concesiones de la última ola, esas que llevarán, por ejemplo, no solo de Bogotá a Sogamoso, sino de Bogotá hasta Cúcuta por vías de dobles calzadas modernas y de las mejores especificaciones”.

Lo descorazonador es que no vemos movimiento porque la doble calzada a Bucaramanga está paralizada, y obras públicas que a nivel local se anunciaron con bombos y platillos, como el intercambiador de la autopista a San Antonio, en el cruce para Villa del Rosario, que se anunció desde la llegada de la Concesionaria San Simón, no se sabe si está paralizado, eliminado u obstaculizado y a la citada Concesionaria, en lo atinente al casco urbano de Cúcuta, con tristeza la vemos con la función de hacer reparcheos y cerrar retornos o cruces viales.

Tengo el recorte de La Opinión, de noviembre de 2013, con las declaraciones de Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, en el sentido que “en enero de 2014 se iniciarán las obras de tres proyectos viales que buscan mejorar la movilidad en el área metropolitana de Cúcuta. Se trata de tres construcciones que estarán ubicadas en los siguientes lugares: el puente Benito Hernández (Puente San Rafael), el kilómetro 8 de Los Patios y el sector de Rumichaca, en Villa del Rosario”. Nada, y ya vamos para el otro enero y ni un golpecito a la tierra. Si no pueden con esas tres obritas, ¿para qué nos ilusionamos con el flamante Embalse Multipropósito del Cínera?

En un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se consigna una afirmación descorazonadora: “En materia de infraestructura Colombia está en la época colonial”.

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