Agoniza la política de seguridad democrática

Se preguntó el editorial de El Colombiano este sábado, a propósito de la decisión de la sala penal de la Corte en el caso de Wilson Borja, “si acaso se cerró el paso … al valor probatorio de la información acopiada por las fuerzas de seguridad, incluso en caso de acción en zona de combate”, caso en el cual, concluye el periódico, “la lucha contra la criminalidad en nuestro país … va directamente a su erradicación”.

Es inevitable pensar, señores lectores, en los móviles y las consecuencias políticas de semejante decisión.

Con el argumento de que “los que se han llamado ‘correos electrónicos’ de ‘Raúl Reyes’ … no se hallaron en un navegador o red de transmisión de datos, sino en formato Word, en archivos estáticos que no ligan un origen con un destino”, la Sala penal nos desmoralizó a todos, menos a un grupito de personas que bastante daño le han hecho a Colombia. Veamos:

Piedad Esneda Córdoba Ruiz: perteneciente al Partido Liberal, en marzo de 2007, en Ciudad de México, les pidió “a los gobiernos progresistas de América Latina” que rompieran relaciones diplomáticas con Colombia porque, según ella, el gobierno del presidente Álvaro Uribe había sido elegido por la mafia del narcotráfico y el paramilitarismo. En otra oportunidad, en Cali, les dijo a un grupo de estudiantes que la lucha armada se justificaba en un país que, como Colombia, los grupos guerrilleros han caído en el total descrédito desde hace muchos años por prácticas mundialmente repudiadas como el secuestro. En septiembre de 2010, la señora Córdoba fue destituida por la Procuraduría por sus nexos con las Farc. Ha buscado su nicho político, en los últimos años, tramitando liberaciones de secuestrados. En un principio las Farc la apodaban “Teodora Bolívar”. Su nuevo nombre parece ser “Gaitán”, según concluye inteligencia de la Policía en el análisis de los computadores del “Mono Jojoy”.

Joaquín Pérez Becerra: es el director de la agencia de noticias Anncol, es decir, del portal en Internet de las Farc. Hace un mes esta “tallita” fue capturado en Venezuela y deportado inmediatamente a Colombia por nuestro nuevo mejor amigo. Este caballero, que según la Fiscalía recibía dinero de las Farc para el mantenimiento de Anncol, dice ser periodista, pero en realidad es un miembro de las Farc. De hecho, era conocido como el “embajador” del grupo rebelde en Europa. Actualmente está en la cárcel de Cómbita. Sus amigos esperan que pronto, tras la decisión de la Sala penal en el caso Borja, recupere la libertad. Se lee enanncol.info:  ”Con el concepto emitido por sala penal de la Honorable Corte Suprema de Justicia de declarar como ilícitas las pruebas obtenidas, supuestamente en el computador del jefe insurgente Raúl Reyes, para judicializar a opositores políticos como es el caso del exrepresentante Wilson Borja, la CSJ deja sin piso jurídico TODOS los procesos jurídicos que han utilizado, “el computador atómico” como sustento probatorio, como por ejemplo; contra la senadora liberal Piedad Córdoba y contra el director de la AGENCIA DE NOTICIAS DE LA NUEVA COLOMBIA, anncol.” Resulta muy curioso que unos tipos que rechazan por las armas la institucionalidad estatal, dentro de la cual está la sala penal de la suprema, reciban  con tanta emoción los resultados del caso Borja.

Miguel Angel Beltrán Villegas: conocido con el alias de “Jaime Cienfuegos”, este sociólogo fue capturado hace dos años en México y enviado inmediatamente a Colombia. En ese país, para las Farc, era una especie de “embajador”, es decir, como el reemplazo de “Marcos Calarcá”. Los simpatizantes de la guerrilla dicen que este personaje fue prácticamente secuestrado en México y que él, si bien es un hombre de izquierda, nada tiene que ver con grupos ilegales. Las Farc aspiran a que este “académico” próximamente quede libre luego de la providencia del caso Borja.

Manuel Olate: este ciudadano chileno fue pedido en extradición por la Unidad Nacional Antiterrorismo de la Fiscalía. Él es todo un personaje dentro de las Farc. De hecho, hay varias fotografías en las que aparece abrazado con el mismísimo Raúl Reyes. En los correos hallados en los computadores de Reyes estaba establecido que Olate recibía dinero de las Farc y que reclutaba personal en Chile para las Farc, según ha dicho a la prensa el valeroso fiscal Hermes Ardila. Muy seguramente, con la providencia de la sala penal el Estado colombiano disminuirá su empeño en que Olate sea extraditado a Bogotá.

William Parra: reconocido periodista, actualmente huye de las autoridades colombianas, que lo requieren -desde septiembre de 2010- por los delitos de financiación de actividades de terrorismo, rebelión y concierto para delinquir con fines terroristas. Vive en Venezuela. Según la Fiscalía, hay documentos digitales en los que Reyes le pide a Parra “que vaya y compre unos misiles en Medio Oriente”. ¡Cómo les parece el encargo a este emblema de Telesur!

Sólo cito cinco casos. Me dicen que los procesos que tiene la Fiscalía por la llamada “farcpolítica” pasan de 15. Todos quedaron en un lodazal. Ninguno tendrá fuerza porque qué juez de Colombia le va a llevar la contraria a una decisión de la Sala penal de la Suprema.

Encabezo la lista de pesimistas que creen que la apelación anunciada por la Procuraduría en el caso Borja no tendrá éxito, pero no por falta de profesionalismo y buena voluntad en los alegatos jurídicos, sino porque aquí estamos hablando de política, y en el caso Borja se tiraron los dados a ese respecto. Y eso que la Interpol dijo que la información encontrada en los computadores de Reyes era veraz…

Juan Carlos Moncada
Kienyke.com
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