"Con debates, Senado ayuda a crearlos"

No son pocas y sí muy frecuentes las críticas negativas que los colombianos acostumbramos hacerle a la actividad legislativa, pero a decir verdad el Senado de la República ha vuelto por sus fueros con el debate que sobre control político le hizo al proceso de paz el martes de esta semana que termina.

Fue una muy buena experiencia. La altura del debate demostró que estamos avanzando en madurez política. Fue bueno el debut que como presidente de la corporación hizo el senador Velasco al conducir  la  discusión dentro del mayor respeto por las evidentes diferencias. Y lo propio hicieron los protagonistas, tanto del Gobierno como de la oposición.

El ministro de la Defensa demostró su experiencia y su muñeca política, respondiendo con precisión el cuestionario citante. El Alto Comisionado aporto  la agenda técnica y el exministro De La Calle, a pesar de sus matices grecoquindianos, dio un parte tranquilizador que el propio expresidente Uribe avaló sin regateos:  que en las conversaciones con las Farc no se están feriando nuestras instituciones democráticas, que el país puede dormir tranquilo en la certeza de que cualquier acuerdo estará ajustado a nuestra Constitución, velará por la suerte de las víctimas, la verdad histórica y establecerá las suficientes garantías para que este desangre no vuelva a repetirse.

Pero hay que hacer justicia. Lo que más ha llamado la atención es la postura del expresidente Álvaro Uribe que gallardamente supo reconocer que “hay un cambio en el discurso entre lo escuchado esta noche y lo que hemos escuchado muchas otras veces. Ya se está hablando con mayor claridad de la entrega de armas y se ha dejado de usar esa palabra que en la historia de Colombia genera tanta ambigüedad, que es la dejación".

Esas palabras han sabido traer sosiego y ponderación al proceso por todo lo que constituyen de enfoque vigorizante y positivo que hasta el presente han estado signadas por los sobresaltos y las contradicciones. No podemos menos que registrar estos avances y mostrarnos optimistas. Y volver a invitar a los medios de comunicación, especialmente la radio y la televisión, para que ayuden a construir todos estos ámbitos de paz, especialmente  los noticieros de TV.

Cada día sus emisiones nos bombardean con su dosis, intensa y extensa, de imágenes sobre la más descarnada, vulgar y rampante, crónica roja. RCN y Caracol, dedican el 90 por ciento de sus emisiones noticiosas a bombardear nuestros hogares de cuanto crimen se comete y compiten en el detalle narrativo sobre las truculencias delincuenciales. Cuando hace 30 años tuvimos el honor y la responsabilidad de dirigir el Noticiero 24 horas estas situaciones eran la excepción informativa y ¡hoy son la regla!

Esa misma violencia sistematizada y orquestada en muchas ocasiones que también parece adueñarse de nuestra querida capital. Circunstancia que amerita un compromiso serio para  su lucha y erradicación por parte de los candidatos más opcionales a regir sus destinos. Confiamos que tomen nota.

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Adenda

La asignatura pendiente es la explicación, por parte de los negociadores, sobre qué es lo que se entiende por “desencajonamiento del conflicto" y cómo se podrá llevar a cabo.