Ataques a oleoductos del país se duplican

Según Ecopetrol, en lo corrido de este año, se han presentado 14 atentados a la infraestructura petrolera.

El acuerdo de paz de 2016 con los rebeldes marxistas que puso fin a la mayor insurgencia de Latinoamérica supuestamente desencadenaría el potencial económico de Colombia, dado que ponía fin a décadas de terrorismo que mantuvieron al país sumido en el subdesarrollo. Sin embargo, no ha sido así.

Las compañías petroleras debían estar entre las ganadoras de la conclusión de medio siglo de conflicto civil. En cambio, hubo 107 ataques con bombas a oleoductos en 2018, frente a 51 en 2016, el año en que se firmó el acuerdo de paz.En lo que va de este año, ha habido 14, según la petrolera estatal Ecopetrol.

Colombia produce alrededor de 900.000 barriles de crudo por día, y es la mayor exportación de la nación. Los bombardeos son en gran parte obra de un movimiento guerrillero resurgido conocido como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que intensificó los ataques para forzar concesiones por parte del gobierno.

Después de que el rival del ELN, las FARC, se desarmara, el ELN se expandió en parte de su territorio y aumentó sus ingresos por la coca y la extracción de oro.

El presidente Iván Duque descartó la oportunidad de negociar con el grupo después de que un miembro del ELN ingresara un coche bomba a una academia de policía de Bogotá, con más de 20 cadetes muertos en el ataque terrorista más letal en la ciudad en más de una década.

En 2012, justo antes de que comenzaran las conversaciones con las FARC, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos dijo que un acuerdo de paz podría acelerar las tasas de crecimiento anual de 6 por ciento a 7 por ciento, y que la tendencia duraría décadas. La economía creció 2,7 por ciento el año pasado, en comparación con 1,4 por ciento en 2017.

A pesar de los problemas recientes, Colombia seguirá experimentando un aumento en el crecimiento de alrededor de 0,5 puntos porcentuales desde el acuerdo de paz, y el efecto total se verá alrededor de 2022, asegura Luis Fernando Mejía, exdirector de la Agencia Nacional de Planeación y actual director del centro de estudios económicos Fedesarrollo.

El país ya está viendo los beneficios del acuerdo de paz con las FARC en el número record de visitantes extranjeros que llegan, dice. Para capturar completamente el "dividendo de paz" se requerirá políticas públicas para ayudar a la agricultura y el turismo, los dos sectores con mayor potencial de beneficio, agregó.

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