Caducidad del retiro forzoso

Colombia está en mora de dar un debate de fondo sobre la denominada edad de retiro forzoso de los servidores públicos. Desde los años 60 y 70 del siglo pasado están vigentes unas normas absolutamente caducas a luz de la realidad mundial, las cuales reglamentan la edad en la que una persona debe ser retirada del servicio público.

Estoy convencida de que una persona adquiere su máximo conocimiento cuando llega a una edad madura, gracias a la experiencia que le ha permitido el ejercicio de su profesión. Retirar a alguien a los 65 años significa desaprovechar todo el conocimiento y experiencia adquiridas en su trasegar profesional.

El director de investigaciones de la NASA es el doctor Pete Worden. A lo largo de su vida ha desempeñado cargos de primer nivel en áreas fundamentales para el desarrollo científico de los Estados Unidos. Ha sido investigador de ciencias ópticas y planetarias de la universidad de Arizona, donde desarrolló aplicaciones que fueron implementadas en diferentes programas de seguridad nacional de su país. Ha publicado más de 150 papers de astrofísica, ciencias espaciales y estudios estratégicos.

Si en los Estados Unidos existiera una norma tan absurda como la que hay en Colombia sobre el retiro forzoso, el doctor Worden debería ser retirado del servicio, pues hace un par de meses cumplió 65 años.

Nosotros tenemos que aprovechar el conocimiento de nuestros profesionales. No podemos continuar en el error de salir de ellos cuando están en el mejor momento de sus carreras, cuando el país puede explotar todo la experiencia acumulada para el bien del desarrollo y la ampliación de la frontera del conocimiento.

Por eso, en el Congreso de la República están luchando a favor de modificar, en algunos casos, la edad de retiro forzoso que insisto es una exigencia caduca e imprudente. Cuando en 1968 se decidió que una persona debía ser retirada a los 65 años, la expectativa de vida era de 58 años. Hoy, de acuerdo con el Banco Mundial la expectativa de vida es de 70 años para los hombres y 77 para las mujeres.

He propuesto que la edad de retiro forzoso no se aplique a los servidores que se desempeñan en actividades de carácter científico o tecnológico. Si Colombia quisiera nombrar al investigador Rodolfo Llinás en un cargo público, por ejemplo como director de Colciencias, no podría hacerse, pues el reputado científico tiene 80 años de edad.

También creo que las Altas Cortes deben eliminar el retiro de sus magistrados cuando cumplan 65 años. Un abogado se forma en la universidad pero se cultiva con el ejercicio de la profesión y con los años de cátedra universitaria. Las magistraturas, como sucede en muchas democracias desarrolladas, son el punto de llegada de los juristas y no el punto de partida.

Que sea este el momento para que estimulemos una reflexión profunda sobre el futuro del país. Estamos haciéndonos un daño terrible sacando del servicio público a personas que tienen mucho por aportarle al desarrollo científico y tecnológico de nuestra nación. Por eso mi propuesta de eliminar el retiro forzoso en áreas del servicio público que son de vital importancia para nuestro progreso.

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