Bogotá, Julio 30 de 2017.

Escribo esta carta con mucho dolor, para mi como para mi familia ser activistas de las ideas conservadoras y de los principios que escribieron los fundadores del Partido Conservador, entre ellos mi chozno José Eusebio Caro Ibáñez ha sido y será una forma de vida.

No puedo seguir siendo indiferente a lo que pasa dentro de la colectividad, las personas que hoy la dirigen no defienden las ideas, ni los principios, ni la doctrina, solamente defienden sus intereses particulares, cada dignatario creó una microempresa electoral donde ninguno de los anteriores elementos existe.

Yo quiero y es mi obligación moral seguir defendiendo los principios conservadores que creo harán de este país uno mejor, principios como la libertad de empresa, la defensa de la familia tradicional, que el Estado sea pequeño y eficiente, la lucha frontal contra la corrupción, y por sobre todo la justicia como eje fundamental de la convivencia en sociedad.

Siempre he sido un convencido que uno tiene que estar donde se sienta cómodo, donde sus ideas sean respetadas y donde se puedan defender respetuosamente, es por eso que he decidido inscribirme en el Centro Democrático, y ser militante activo de esa organización, único partido político de Colombia que funciona como tal, que su bancada opera como bancada, unificada, con criterios claros, que ha hecho una oposición clara y con convicción a este gobierno que se ha arrodillado ante el terrorismo, bancada que si no existiera y no hubiera trabajado como lo hizo, estaríamos mas cerca de ser un estado fallido.

Quiero invitar a todos los conservadores de verdad, a los seguidores de las ideas conservadoras de toda nuestra nación a que se unan conmigo es esta gesta, que seguro será victoriosa, que defenderá a capa y espada los principios que han llevado a muchos países a disminuir los índices de pobreza, desigualdad y hambre, como bien lo dijo hace muchos años Álvaro Gómez Hurtado “Mi Revolución es el Desarrollo”.

Atentamente,