Catástrofe farcsantista

No puede haber mayor catástrofe que la muerte inmisericorde de niños y en general civiles asesinados por los criminales de lesa humanidad, los narcoterroristas de las Farc. Pero como parece que el país está insensibilizado ante esta tragedia y que lo que toca el bolsillo si se le presta atención voy a comentar otra catástrofe política y socioeconómica ocasionada por el farcsantismo que quizás si sea motivo de debate en la opinión pública.

La catástrofe farcsantista que está viviendo Colombia es el estancamiento (y de seguir así la aniquilación ) de la industria petrolera a causa de la guerra que por todos los medios de lucha les hace las Farc con el consabido y cobarde consentimiento de Juan Manuel Santos, pues de no tenerlo, el gobierno aplicaría la política de seguridad democrática y devolvería la paz y la seguridad que se vivía bajo el mandato del Presidente Uribe.

Pero como al Presidente Santos le interesa más los negocios con el narcoterrorismo en La Habana para usufructuar las delicias del poder y ser candidato al Nobel de la Paz, que el sagrado deber de defender la Patria, se acoquina ante los actos terroristas de las Farc.

El ecocidio causado por las Farc en el Putumayo costaría por lo menos cuatro décadas en subsanarse, los daños a oleoductos y gasoductos desangran diariamente al país. Las actividades de exploración y producción petrolera están estancadas en gran medida por los ataques terroristas de esos desalmados de las Farc. Ni siquiera dándoles el ministerio del sector a un representante de la Unión patriótica (UP), brazo político de las Farc, el daño cesó.

La situación es aún peor: las perspectivas de la industria petrolera están seriamente amenazadas, porque el narcoterrorismo está ahuyentando las inversiones en el sector. Las reservas petroleras colombianas dan para 7 años de autosuficiencia, si no hay descubrimientos significativos de nuevos pozos productivos, luego de ese plazo pasaríamos a ser importadores de petróleo; pues bien, este siniestro escenario está casi que por cumplirse pues las actividades de exploración, que fueron el gran éxito de la industria petrolera durante los años de Uribe, están pasando a ser marginales, por culpa de la Farc; sencillamente, los destrozos que están causando el narcoterrorismo a las empresas petroleras les hace subir escandalosamente el riesgo de sus inversiones, y por lo tanto, están prefiriendo retirarse del negocio antes que ver comprometidas sus ganancias.

Lo arriba señalado no son especulaciones uribistas, son palpablemente confirmadas por los resultados de la “Ronda Colombia” en la que se licitaban las áreas de exploración petrolera; ésta fue un rotundo fracaso, solamente el 27% de las áreas fueron solicitadas, que en un país de la importancia petrolera de Colombia, no se llegue a asignar ni un tercio de las áreas de exploración, significa un colosal fracaso para la nación, y ese fracaso lo debe pagar el colaborador de las Farc , el Presidente Juan Manuel Santos. No soy abogado, pero que el futuro económico de la nación esté comprometido por la colaboración del Presidente con un grupo narcoterrorista es para mí nada menos que traición a la patria, y por ello debería ser enjuiciado JMS.

El daño no termina allí, fuentes petroleras señalan que la “pereza” de las empresas se debe a la inseguridad en tres frentes. Física (culpa de las acciones terroristas de las Farc), incertidumbre por problemas con las comunidades (culpa del Ministerio del Interior) y por los riesgos jurídicos en materia de licenciamiento ambiental (culpa del Ministerio del Ambiente). Como el Ministerio de Minas está en manos de la UP, pues éste no pelea por la catástrofe, pues le conviene a los intereses de su organización política.

El caso es tan grave que la mermelada no lo puede ocultar, solamente lo suaviza, pues los medios tratan de minimizar la problemática, así los titulares de dos medios gubernamentales son: “Pocas propuestas y grandes ausentes en Ronda Colombia” (Portafolio) y “Trabas para operar pesaron en la subasta petrolera” (El Tiempo). El titular objetivo es “Fracasó la Ronda Colombia y se pone en peligro la autosuficiencia petrolera”. La gran pregunta es ¿ Seguirá el país ciego, sordo y mudo ante los avances terroristas del farcsantismo en contra de los intereses de la patria?.

Director editorial pensamientocolombia.org

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