¡Claridad, por favor, claridad!

Muchos creyeron que el discurso de posesión del Jefe del Estado sería la ocasión para recibir las claridades necesarias de parte de Santos. Trató de hacerlo, pero los hechos y las Farc se encargaron de poner lo esencial de lo que dijo en duda.

Las afirmaciones de Calarcá y ‘Timochenko’, en cuanto a que solo se ha acordado el 25 por ciento de los asuntos que deben discutirse, y con respecto a la imposibilidad de firmar acuerdos este año, transformaron el optimismo presidencial en una nueva oleada de escepticismo. Y el Presidente tiró por la borda la oportunidad de reunir a los colombianos alrededor de un propósito común.

A pesar de su admiración por Tony Blair, no tuvo en cuenta que uno de los pasos más audaces del exprimer ministro inglés consistió en abandonar la posición tradicional del laborismo sobre Irlanda del Norte. Cuando declaró la neutralidad de su partido, en esa materia, vio caer rayos y centellas. No obstante, construyó una base bipartidista que le permitió tener un piso común con Major, sobre el cual se edificó una política que, a la postre, fue exitosa.

Esta fue una de las rupturas con la tradición, que le permitieron reclamar el título de modernizador, más que el de vocero de uno de los extremos tradicionales.

En medio de todos los problemas que afectan la mesa en La Habana, quizá el mayor reto radica en conseguir que el ambiente de opinión prevaleciente permita mantenerlas. Si los ataques de los grupos terroristas continúan, eso no va a ser posible.

Esta es una de las principales lecciones de nuestra historia. En momentos como los que vivimos, urge recordar que las organizaciones terroristas no tienen apoyo político real. Además, siempre son castigadas con los más altos niveles de rechazo por parte de la ciudadanía.

La gente, también es bueno repetirlo, está dispuesta a apoyar esfuerzos en búsqueda de la paz.Sin embargo, cuando percibe, en virtud de los hechos, que, en realidad, nada positivo se está logrando, alza su voz para exigirle al Gobierno de turno que le ponga fin a la comedia porque entiende que el terrorismo solamente se está aprovechando de la ilusión de los colombianos.

Un frente común, inmensamente mayoritario, dirigido a exigirle a las Farc la cesación de la violencia como condición para continuar, sería el camino. Desafortunadamente, el Presidente, en lugar de plantear las cosas con realismo y crudeza, resolvió seguir inflando las expectativas, que las Farc se encargaron de desinflar inmediatamente.

Ahora, entonces, el primer paso consiste en que el Gobierno haga claridad, por favor, claridad.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar