Colombia insegura

El Dane publicó los resultados de la Encuesta de Convivencia y Seguridad Ciudadana que hizo para medir el volumen de delitos que durante el año 2013 afectó a los colombianos; sus datos son aterradores pues pone en evidencia que no solo hay la percepción de que Colombia es un país inseguro, sino que efectivamente lo es y en grado preocupante, pese a las campañas llevadas a cabo por las autoridades para neutralizar este escabroso mal social.

Según dicha encuesta, en 2013 más de tres millones cien mil colombianos fueron víctimas, al menos, de un delito. Y, desgraciadamente, la inmensa mayoría de tales ilícitos implican violencia y despojo, actos que lesionan sobremanera al ser humano por dejarle una profunda sensación de desamparo e impotencia.

Ejemplo de ello es que conforme al Dane, en 2013, casi dos millones de ciudadanos fueron víctimas del delito de hurto, siendo la mayoría de ellos mujeres; cerca de un millón trescientos mil celulares fueron robados, habiendo sido asesinados 17 colombianos para lograr consumar dichos delitos.

En la calle, usando los delincuentes la violencia, fueron robadas cerca de un millón ochocientas mil personas.

Y algo que crispa los nervios por lo que implica en materia de sensación de vejación, desamparo y agresión sobre quienes sufren dicho atentado: fueron robadas aproximadamente 220 mil residencias en dicho año. Este ilícito causa por lo regular, además del daño material, enorme daño sicológico a quienes lo sufren y tiene hondas repercusiones en la autoestima. Y tales datos estadísticos señalan que al día, cerca de 602 hogares padecen tal drama, dato que exige de las autoridades mucha más eficacia en su accionar.

¿Cuáles son los más grandes nichos de la inseguridad ciudadana? Las calles, los buses de servicio público urbano, los cajeros automáticos, las discotecas.

El país invierte mucho dinero en seguridad ciudadana. A la Policía Nacional se le ha aumentado, año tras año, el presupuesto asignado, se ha mejorado la dotación de quienes a ella sirven; lo mismo ocurre con la Fiscalía General de la Nación y, pese a todo, el país no siente que la seguridad mejore, pese a todas las campañas que en forma persistente se hacen tanto a nivel nacional, como departamental y municipal. Las cosas deben cambiar y en forma urgente. Es el clamor ciudadano.

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