La guerrilla narcoterrorista de la Farc estaba ilusionada con las conclusiones de la Comisión Histórica del conflicto, en donde esperaba una matriz de opinión para quedar exculpada como responsable absoluta del conflicto armado, señalando al estado y a todos los colombianos por los 51 años de confrontación, pero las conclusiones no cumplieron el objetivo que querían los cabecillas de las Farc y más bien fue un verdadero parto de montes, pues el trabajo que hicieron los 12 expertos y los dos relatores de agosto del 2014 al 10 febrero del presente año, no conmovió ni convenció a la sociedad que sabe perfectamente discernir acerca de los responsables que le han traído las mayores desgracias y sufrimientos a la nación en las ultimas 5 décadas.
Porque en la memoria histórica debe de quedar claro, que las guerrillas marxistas leninistas del Eln y las Farc son las únicas responsables de la génesis del conflicto para la toma del poder, siguiendo lo planteando por el primer ministro soviético Nikita Kruschev en plena guerra fría en enero de 1961 cuando afirmo que su país apoyaría a todos los movimientos de liberación en cualquier parte de la tierra y, por eso con la colaboración del dictador Cubano Fidel Castro aparecieron en la década de los sesenta del siglo pasado 26 grupos subversivas en 13 países de Latinoamérica, todos como peones de brega del comunismo internacional que se orientaba desde Moscú.
Fabulas en donde se ubican responsabilidades en el orden social imperante, el estado, los poderes públicos, las fuerzas militares y de policía, los partidos y organizaciones políticas de las clases dominantes, los grupos económicos y gremios empresariales y los Estados Unidos, son solo pretextos para justificar la violencia del comunismo totalitario que buscaba mediante la fuerza tomarse el poder político, llegando a degradarse aun más el conflicto con la aparición financiera del narcotráfico que ha sido el responsable para que la confrontación haya llegado hasta nuestros días, ya que el marxismo como la organización criminal más grande que ha existido en toda la historia de la humanidad, no se para en pelos para usar cualquier medio perverso y así cumplir sus objetivos burocráticos y, Colombia no ha sido la excepción con las Farc y el Eln.
Es difícil equivocarse con las pretensiones de las guerrillas terroristas, porque estas son a la imagen y semejanza de los dogmas marxistas tomando la lucha de clases como ajuste de cuentas o vendetta copiando a la mafia, en donde hay que destruir el estado existente para que sobre sus cenizas aparezca uno nuevo o como también lo han planteado en varias oportunidades las Farc sino se logro el triunfo militar, entonces mediante negociaciones cogobernar, por eso chantajean amenazando con el terrorismo para doblegar al estado y a la sociedad, sin embargo el pueblo Colombiano las repudia y por ello desconfía de la verdadera voluntad de paz de la narcoguerrilla, percibiendo que usa los diálogos de la Habana como estratagema dentro de la combinación de todas las formas de lucha.
Así que las Farc como las grandes predadoras de Colombia deben de indemnizar a las victimas con sus gigantescas riquezas, ya que según la revista Forbes, son el tercer grupo terrorista más rico del mundo, en cambio de estar esperando mediante Comisiones Históricas inocuas eludir su responsabilidad como las máximas culpables de la calamidades de la guerra, en donde se cuentan mas 250 mil muertes, 6 millones y medio de desplazados, miles de heridos y mutilados, una gigantesca cantidad de desaparecidos y secuestrados junto a otras grandes tragedias en más de 5 décadas, amén de las pérdidas económicas cuyos recursos hubieran podido ser utilizados en el desarrollo social y humano de la población en todo este tiempo, entonces es claro que las guerrillas marxistas leninistas son las máximas victimarias del país.
Todos los demás insumos del prolongado conflicto son consecuencia de la declaración de guerra que le hicieron las Farc al pueblo Colombiano desde 1964, de ahí que el fortalecimiento del paramilitarismo fue solo el efecto de la practica atroz de las Farc, por eso se ha dicho que el paramilitarismo es el hijo bastardo de la guerrilla, así que la guerra sucia impulsada por la subversión comunista totalitaria con crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad condenados por el derecho internacional humanitario, llegara a su fin si esa banda armada reconoce su culpabilidad entregando las armas o destruyéndolas y si sus cabecillas son juzgados y condenados por la Justicia transicional, porque quien comenzó el conflicto para tomarse el poder debe declarar el fin del mismo con todas sus implicaciones.
