Con la humillación y la derrota

¿Por qué en Cuba el papa Francisco guardó silencio frente a todos los males que aquejan a los cubanos en este momento? ¿Por qué la sociedad latinoamericana del siglo XXI guarda silencio frente a todos los males que nos aquejan por cuenta de la tiranía del socialismo del siglo XXI?

La verdad que las dos visitas en menos de 24 horas a la isla de Cuba, la isla del tirano Fidel quien se comporta como un reyezuelo con unos súbditos que lo alaban y le besan los pies; dejaron más preguntas que respuestas pero, sobre todo, dejaron un muy mal sabor con respecto a lo que de verdad es trascendente y primordial para el continente latinoamericano en estos momentos.

Lo que de verdad es trascendente es que millones de cubanos exiliados no esperaban un saludo tan cordial a Fidel. Sobre eso, sobre los millones de exiliados por el régimen cubano de los Castro, el Papa Francisco no dijo nada.

Lo que de verdad es trascendente es que el Papa Francisco, en vez de reclamar por mayores libertades en todo el continente, enviar una voz de aliento a Lilian Tintori y al pueblo venezolano, tampoco dijo nada; así como tampoco brindó una sola palabra de aliento para los jóvenes cubanos o para las damas de blanco que van a sus Iglesias católicas a rezar y a pedir que se caiga el régimen opresor de los Castro. Tuvo que salir un joven cubano a reclamarle.

Lo que de verdad es trascendente y relevante es que JMS Kerenski está dispuesto a lo que sea con tal de lograr su paz con los niños de Iván. Los colombianos nos estamos quedando con la derrota y con la humillación. Con todas las humillaciones como diría el gran W. Churchill, incluida la de Maduro, incluida la de Ortega, otra humillación que se nos viene.

Lo que Churchill nunca soñó fue que a los colombianos este proceso de paz con los niños de Iván nos costará sangre, sudor y lágrimas en ese orden de ideas.

Lo que de verdad es trascendente es que si los representantes del Gobierno nacional, junto con los más altos jerarcas de la Iglesia Católica, a la cual pertenezco, están dispuestos a darse la mano con unos tiranos y unos delincuentes; yo estoy en mi deber disentir y alertar a la sociedad colombiana sobre todo lo que se nos viene encima. Más sangre, más sudor y más lágrimas.

Colombianos, si no reaccionamos a tiempo en las próximas elecciones municipales de octubre viviremos en carne propia lo que hace el yugo del narco populismo peor o igual que el yugo de Maduro.

Por el amor a Dios, como diría el Papa Francisco: abran sus ojos frente al monstruo basilisco de La Habana. Después, no se quejen.

Y a los periodistas que está apoyando el proceso de paz, cuando las Farc y los niños de Iván lleguen al poder, lo primero que harán será apoderarse de todos los medios de producción, de comunicación y de ustedes…

Puntilla. Papa Francisco, yo rezo por usted todos los días. Ahora bien, su discurso en el Capitolio americano fue otra cosa…

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