CONFUNDE Y REINARÁS

El Niño no ha llegado y los ministros de Ambiente y Agricultura ya le están echando la culpa de todos los males actuales que tenemos en Colombia.

Nadie duda que su llegada es inminente, la cual será para finales de año y enero, febrero y marzo del 2015 (cuando la situación empeore) pero, "una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa", como lo dijo el respetable filósofo inglés. Son dos eventos completamente diferentes, que no están relacionados entre sí. La falta de agua la estamos viviendo al comienzo de este año mucho antes del anuncio de la llegada de este Niño.

"Confunde a los medios y reinarás", pareciera ser el comportamiento de las autoridades. Echarle la culpa a un evento externo, fuera de nuestro alcance, para ser la estrategia para no reconocer la falta de leyes y políticas internas en asuntos de cambio climático y medio ambiente.

Recordemos que desde comienzos de este año han muerto más de 15 niños en La Guajira, más de 37 municipios en el Caribe han declarado la calamidad pública, las insoportables olas de calor en Medellín no han dejado tranquila la ciudad, la muerte de 14 mil chigüiros en el Casanare y de 40 mil reses en todo el país. Racionamiento de agua potable en más de 313 municipios del país, y en 7 municipios de Santander hace 6 meses que no llueve.

¿Quién cree que la causa de todos estos males sea un Niño?, un evento océano-atmosférico que ni siquiera ha llegado, inclusive se demora aún más en llegar. Al contrario, los hechos actuales nos muestran la realidad de un país que no planifica basado en la oferta de agua de sus ríos.

Pero lo más increíble es que para el presupuesto del 2015 al sector ambiental se le recortó el presupuesto de inversión y funcionamiento. Sin prever que la mayor emergencia la tendremos en ese año. Qué le están informando al Sr. Presidente?

Para los que no recuerdan el origen del nombre "El Niño", este proviene de los pescadores del Perú que descubrieron que los peces se iban a la profundidad del mar debido al calentamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico en la época de Navidad, cuando el Niño Dios llega. Es decir, el fenómeno El Niño llega en Navidad, no en julio como se nos ha dicho. Por lo tanto, es incorrecto señalar a El Niño como el culpable de la sequía de comienzos de este año.

Así mismo, cuando el Ideam informó que El Niño comenzaba en mitad de año, se refería a que el calentamiento de las aguas superficiales del océano comenzaban su etapa de desarrollo, sin que este proceso (de calentamiento de las aguas) necesariamente reduzca las lluvias en nuestro territorio. El impacto se manifiesta en las lluvias cuando este calentamiento llegue a su máxima etapa de madurez, es decir, en el último trimestre del año 2014, y sus impactos más fuertes se sentirán en los meses de enero, febrero y marzo de 2015.

Si esto es así de claro, por qué insisten en señalar a El Niño como el culpable. ¡pobre Niño…

Al país no se le puede confundir, lo contrario, se le debe decir la verdad de los hechos. Debemos acostumbrarnos a manejar bien los conceptos en la planeación de sus políticas. Aproximadamente, cada cuatro años tendremos la visita de este Niño o de La Niña. No podemos seguir planificando nuestro territorio con información equívoca.

Recordarán que por este medio informamos que teniendo en cuenta el impacto no sería un Niño sino dos, es decir, "gemelos". Y esto es lo que ha venido sucedido. Dos eventos extremos de déficit de lluvias que se juntarán a finales de este año. Que a propósito será la primera vez que Colombia enfrentará esta grave situación. Pero en vez de prepararnos a mediano y largo plazo para enfrentar estos repetitivos eventos, nos preparamos a punta de carrotanques y mercados.

Sr. Presidente, las medidas hasta ahora diseñadas no serán suficientes. No podemos dejar solos a los alcaldes y gobernadores. Cada ministro debe destinar de sus propios recursos para la protección de la oferta del agua para sus actividades, ya que al Ministerio de Ambiente se lo recortaron. Minminas, Minagricultura, Minvivienda y Agua Potable, Minsalud, Finagro y Banco Agrario, por ejemplo, deben aumentar sus líneas de apoyo. La crisis hasta ahora comienza.

La cantidad de municipios y territorios en escasez seguirá aumentando. Lo dicho: ¡los colombianos no solamente aguantamos todo sino creemos todo!

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