El plan denominado “contracíclico” por el Gobierno consta, básicamente de dos medidas:

1) Otorgar una comisión a los bancos para las transacciones en Cedines.

2) Aumentar el “Plan Repro” para las empresas en emergencia e incrementar y extender programas de entrenamiento en fábrica durante 6, 9 o 12 meses.

En el caso de los Cedines, el Gobierno persevera en el error: sólo se consiguió que ochocientos millones de dólares fueran blanqueados, y el echo de dar una comisión a los bancos no significa que el público decida blanquear mayor dinero. Quien no lo hizo hasta ahora, no lo hará porque el banco cobre.

Sobre el “Plan Repro” es importante advertir que se trata de una ayuda a la empresa y no al trabajador: el Estado cubre una parte del salario del trabajador, que la empresa se evita de pagar. Los programas de training reviven el fantasma de la flexibilidad menemista; la propia Presidenta aclaró que no se trataba, en este caso, de esa experiencia. ¿Y qué diferencia un plan del otro?

Lo mejor del discurso presidencial del jueves fue que, finalmente, el Gobierno decidió mirar para adentro. ¿Qué es lo que se ve?

La autopartista Lear cerró el jueves sus puertas por quince días. Ya despidió a 110 trabajadores y ahora estarían en riesgo 450 puestos de trabajo La propietaria de Paty, Quickfood, despidió a 168 empleados que no serán reubicados en la mudanza de la planta de Martínez, en el norte del Gran Buenos Aires, a San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.

El secretario general de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), Antonio Caló, dijo que hubo unos tres mil despidos desde enero, y cerca de diez mil trabajadores del sector, suspendidos. El gremio tiene 250.000 afiliados.

El titular de SMATA, Ricardo Pignanelli, estimó unas 12.000 suspensiones y unos 500 despidos.

En los primeros cinco meses del año cayó 17% el empleo en la industria electrónica de Tierra del Fuego. Se pasó de 14.539 a 12.652 trabajadores registrados.

La señal de noticias C5N despidió a veinte empleados del grupo de medios.

La autopartista Paraná Metal paró su producción por tres semanas debido a la caída de la demanda. Tiene 152 empleados.

Compañía de Medios Digitales (CMD), empresa del Grupo Clarín, despidió la última semana a diez empleados.

Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción, la caída en la venta de inmuebles generó la pérdida de 19.000 puestos de trabajo.

En el segundo trimestre del año la cantidad de obreros ocupados se redujo un 2% en relación con igual período de 2013, lo que equivale a unos 25.700 empleados menos. Según el índice oficial, el número de obreros ocupados acumula tres trimestres de caída. La reducción de las horas trabajadas en comparación con 2013 fue aún más intensa, tanto por el recorte de horas extra como por las suspensiones.

La industria acumula once meses consecutivos de caída interanual. En la industria automotriz el achique productivo fue del 19%, y le siguieron el sector metalmecánico con 5,8%, plásticos con 6,7% y neumáticos con 4,9%. Según el INDEC, el 95,5% de los industriales no piensa tomar personal sino mantener las dotaciones actuales, y un 3,5% prevé una baja.

“Los salarios reales caen fuerte y acolchonan la reducción de los puestos de trabajo, le dice a Clarín Juan Luis Bour, jefe de FIEL y especialista en estadísticas de empleo. Si ya en el segundo semestre tuvimos caída del empleo pero con suspensiones, en el tercer trimestre seguro habrá mayor caída, porque como la actividad no mejora es de esperar que esos puestos de trabajo se recorten de manera definitiva”.

“En el segundo semestre veremos más caída del salario real, arriesga, y se efectivizarán los despidos que hasta el mes pasado eran suspensiones. Además, la contratación en el sector privado está muy frenada”.

El jueves, el Boletín Oficial informó que el Gobierno había pasado a planta permanente a 7.500 empleados.

El empleo público explotó en los últimos años, creciendo a un ritmo de 152.000 empleados por año entre 2011 y 2014.

El cristinismo triplicó el número promedio de empleados de los noventa.

“Pero el sector más dinámico en los últimos años, el sector público – aseguran en el Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales– que ocupa a casi el 20% de los trabajadores, es el peor pago. Sólo teniendo en cuenta el nivel nacional, el 41% tiene condiciones de contratación precaria: contratos de locación de obra o servicio, contratos de término fijo o planta transitoria.

En el sector privado registrado se observa que la mayor parte de los puestos de trabajo se han hecho en las ramas con más bajos salarios (construcción, servicio doméstico, hotelería y restaurantes). Sobre el cuentapropismo, los estudios muestran que el 90% de los cuentapropistas son de oficio y subsistencia, y el 61% son trabajadores informales.

Según el Observatorio de Derecho Social de la CTA, el retroceso de los trabajadores asalariados, en simultaneidad con el aumento del cuentapropismo, podría indicar un proceso de precarización laboral mediante la monotributización de trabajadores asalariados, o la creación de nuevos empleos con la forma del falso autónomo”.

El Gobierno sigue equivocando las causas de los problemas y por eso sus “soluciones” son equivocadas.

Ninguna empresa tomará más personal porque sea más barato despedirlo. Lo hará cuando las mayores ventas se lo impongan. A la hora de hablar de inversiones, la Presidenta se detuvo en dos ítems: el Cedín y el dólar. Los Cedines nacen del dinero negro, y en la visión presidencial esa es la única fuente futura de inversión posible.

Sobre el dólar, Cristina tuvo una frase poco feliz, remake de otra pronunciada por Lorenzo Sigaut, ministro de Economía de la dictadura: “El que apuesta al dolar, pierde”. Aunque no lo dijo textualmente, ese fue el sentido: “El que crea que va a salvar su plata comprando dólares, lo más probable es que la pierda”, dijo. El aumento del dólar oficial fue en el último año del 49% y, si se comparan los últimos dos, del 80%, ganándole ampliamente a la inflación.