De estilos, problemas, soros y la verdadera reconstrucción de naciones

Por la vía del engaño harás la guerra. Lema de El Mossad

Frente a lo que dijo el conspirador de El Mossad digo que por la vía del amor reconstruirás un país. Por lo que no sé si el poder sea la oportunidad transitoria que tienen algunos vasallos de servir a su verdugo. Eso por lo menos se desprende de la conducta de Frank Underwood en “House of Cards,” siendo él también descartado por circunstancias imprevisibles. Entonces crea el terror para que la gente no piense. Y esa falta de pensamiento nos la expone magistralmente Eduardo Escobar en “La pereza de pensar.”

El terror del personaje Underwood parece haber sido inspirado por Soros, por lo que nos sorprende y admira que The Jerusalem Post haya publicado el 22 de agosto de 2016, la siguiente noticia en su sección: Our World: “Soros’s campaign of global chaos By Caroline B. Glick. The first thing that we see is the megalomaniacal nature of Soros’s philanthropic project. No corner of the globe is unaffected by his efforts. No policy area is left untouched. (La campaña del caos global de Soros. Lo primero que vemos es la naturaleza megalomaníaca del proyecto filantrópico de Soros. Ningún rincón del globo deja de ser afectado por sus esfuerzos. Ningún ámbito político se deja intacto.)

El Espectador descarta al presidente saliente con un burlón “Bye bye, Obama”; El Tiempo populistamente eleva a Trump a la categoría de fundador de una era, si consideramos que una era es una período histórico de gran extensión que se caracteriza por presentar formas de vida y culturales muy diferentes en comparación a periodos precedentes. En esa misma línea de pensamiento, una presuntuosa analista pregunta sobre Trump: “¿Se impondrá a trompadas?” No lo creo. Porque una cosa es enfrentar una multitud delirante que quiere un show de insultos; y otra argumentar frente a una junta presidencial de asesores muy especializados; o contrarrestar una estructura de negociación del voto en el senado y la cámara, los diferentes intereses de los lobistas, los de los estamentos de la sociedad norteamericana y ni hablar de la prensa. Sin olvidar que a los gringos no les cuesta ningún trabajo organizarle al presidente de turno su ‘impeachment’, aunque solo dos hayan sido juzgados mediante ese procedimiento.

En el escenario político que afrontamos vemos que debatir sobre el ESTILO PERSONAL de Trump, Obama, o el de Santos, se ha convertido en pasatiempo porque vende. ¿Pero resolvió el estilo diplomático de Obama todos los problemas que se le plantearon a su gobierno o fue una manera de distraernos del meollo? ¿O lo hará el estilo agresivo de Trump? Tampoco. Pero sí podrán hacerlo, si nos descuidamos, las acciones secretas de Soros. Últimamente se ha inventado lo de lo políticamente correcto (estilo) y, frente a la avalancha de mentiras y relatividades lo que sobra es la ‘posverdad’. Recientemente, el filósofo Michael P. Lynch, escribiendo en la columna de The New York Times Stone, ha tratado de abordar la paradoja de la post-verdad. Describe una atmósfera de engaño, como el infame juego de la cáscara, en el que los hechos se pierden no sólo por nuestra persuasión de la base fáctica de una mentira, sino también por nuestra duda sobre cada bit de información que se nos cruza en el camino. Escribe: "Frente a tanta información contradictoria, muchas personas tienden a pensar que todo está sesgado, que todo entra en conflicto con lo demás, que no hay manera de salir de la Biblioteca de Babel en la que nos encontramos, así que ¿por qué esforzarnos?"

Ahora bien, si usted lee la Visión, Principios y Valores de la Open Society Foundations de George Soros seguramente estaría de acuerdo en apoyarla. Fue ideada para ayudar a países en transición de un régimen comunista hacia una sociedad democrática. ¿Pero qué tiene que ver Soros con Colombia? Mucho.

El 19 de mayo de 2001, antes del atentado a las Torres Gemelas y la presidencia de Uribe, Sergio Gómez Maseri corresponsal de EL TIEMPO escribió la siguiente nota: “MULTIMILLONARIO SOROS MIRA A COLOMBIA” El filántropo y multimillonario George Soros ha puesto sus ojos sobre Colombia. El pasado martes Soros invitó a más de 50 personalidades de Estados Unidos, entre los que figuraban, empresarios, inversionistas, académicos y miembros de la alta sociedad, a su lujoso apartamento en la Quinta Avenida de Nueva York para buscarle alternativas a la compleja situación del país.

“Alejándose de las aproximaciones políticas que pululan en Washington, los asistentes plantearon la situación desde una perspectiva pragmática en la que Colombia fue vista más como país que bajo el prisma de la producción de drogas y el tráfico de narcóticos.

“Supongamos que no hay un problema de drogas en Colombia. ¿Qué podemos hacer para ayudar? , fue la línea a seguir que les dio el moderador del panel a los invitados. Miguel Ceballos, director del Programa de Colombia de Georgetown University, Linda Robinson, periodista del World Policy Journal y Kenth Sharpe, profesor de Ciencias Políticas del Swarthmore College tuvieron a su cargo la exposición inicial del complejo escenario.

“Soros, abiertamente a favor de la legalización de la droga, planteó que la salida más viable para el país venía de la mano del “nation building” (reconstrucción de naciones). Sin embargo, se mostró escéptico ante su propia idea pues el presidente George W. Bush ha planteado que no apoya este concepto y que las naciones deben desarrollarse por sus propios medios. Algunos de los asistentes se mostraron en desacuerdo.”Y el 23 de septiembre de 2014, Santos dijo: “De George Soros recibimos apoyo para la consolidación de la paz especialmente en las zonas de conflicto.”

Punto clave de lo anterior: reconstrucción de naciones. En nuestro escenario parroquial tenemos ejemplos del concepto. Primer ensayo exitoso para algunos: Frente Nacional. ¿Cómo se ‘reconstruyó’ la convivencia entre liberales y conservadores? Mediante la repartición de la torta burocrática y política. Segundo ensayo medio exitoso: La constitución del 91. Tercer ensayo fracasado: Pacto de Ralito; los intentos de Santos con las Farc y los paramilitares (Leer “Coger al toro por los cachos”; Capítulo “Días de conspiración” de “Mi confesión” de Carlos Castaño) Tercer ensayo exitoso: Seguridad Democrática. Cuarto ensayo enigmático: Acuerdo de La Habana.

Ahora bien, George Soros es donante de la Universidad Georgetown que, dentro del Programa de Estudios Latinoamericanos ostenta el “Programa Colombia” cuyo ‘currículo’ es el siguiente: Human Rights and Conflict Resolution in Colombia. Las prácticas (internships) con la orientación académica de la Universidad de Los Andes se llevan a cabo en: Departamento Nacional de Planeación, Unidad de Seguridad, Justicia y Gobernabilidad; Agencia Colombiana de Reintegración; CINEP- Jesuit Research NGO; Pan American Health Organization; World Bank; Jesuit Refugee Service (In Bogotá, Buenaventura and Barrancabermeja); Development and Peace Program of Magdalena Medio (Barrancabermeja); Consejo Regional Indígena del Cauca (Popayán); Corporación Nuevo Arcoíris; GIZ German Development Agency; USAID Human Rights Program; Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo; Comisión Colombiana de Juristas.

Con lo anterior ¿Cómo cree usted que se proyecta la imagen de Colombia en el ámbito académico norteamericano a través de la mente de practicantes expuestos a una problemática sin una contraparte que argumente su experiencia? La contraparte la conocen bien los servicios de inteligencia norteamericanos, las Fuerzas Armadas de Colombia que quedan proscritas de ese programa.

Por ese motivo el artículo de Lia Fowler “Tras décadas de apoyo encubierto al terrorismo, Soros se quita la máscara en Colombia” podemos empezar a entender cuál podría ser el sentido que tendría el concepto de “reconstrucción de naciones” expresado por Soros en el 2001 al que se opuso Bush. En el artículo de Fowler, desenmascara a Vivanco, de HRW, financiado por Soros, como la punta de lanza contra el Ejército colombiano que, con la guerra jurídica de los Derechos Humanos, ha venido siendo neutralizado como el principal peligro contra el cartel más grande del mundo. Pero ese es apenas un puntico del programa real de Soros que se puede vislumbrar en Special Report: George Soros: Godfather of the Left | Media Research… (Informe especial: George Soros: El Padrino de la izquierda.)

Cito una parte del informe: “Soros dijo: "en una sociedad abierta, ninguno de los lazos existentes es definitivo, y la relación de la gente con la nación, la familia y sus compañeros depende enteramente de sus propias decisiones." Mirando al reverso de la moneda, esto significa que la permanencia de las relaciones sociales desaparecen, la estructura orgánica de la sociedad se desintegra hasta el punto en que sus átomos, los individuos, flotan sin obstáculos”.

“Y a partir de ahí, la descripción empeora. La eutanasia, la ingeniería genética, el lavado de cerebro se convierten en problemas de importancia práctica, ya que las funciones humanas más complejas, como el pensamiento, pueden descomponerse en sus elementos y reproducirse artificialmente. Posible hasta que se haya demostrado que es imposible”.

“Naturalmente, esta nueva sociedad abierta afectaría a las personas que viven allí. "Tal vez la característica más llamativa de una sociedad perfectamente cambiante es la disminución de las relaciones personales", escribió Soros. "Los amigos, los vecinos, los esposos y las esposas se convertirían, si no en intercambiables, al menos fácilmente reemplazables por sustitutos marginalmente inferiores (o superiores)". Incluso la interacción personal está en riesgo en esta "sociedad abierta". "El contacto personal puede disminuir en general en importancia con medios más eficientes de comunicación reduciendo la necesidad de presencia física", escribió.

“Al menos allí Soros fue un poco honesto: "La imagen que emerge es menos que placentera. Como hecho consumado, la sociedad abierta puede resultar ser mucho menos deseable de lo que parece a aquellos que la ven como un ideal". Sin embargo, agregó que cualquier sociedad "llevada a su conclusión lógica" se convierte en "absurdo". Pero, añade, "sin embargo, debería quedar claro ahora que, como hecho consumado, la Sociedad Abierta puede resultar mucho menos deseable de lo que parece a aquellos que la consideran un ideal".

El final de esa sección menciona específicamente el "Brave New World" de Huxley, junto con "1984" y la "Utopía" de More, como futuros imaginados que salieron mal. Sin embargo, incluso un lector casual puede ver muchos paralelos directos entre el mundo de Huxley y el que Soros aspira.”

Por todo lo anterior y el hecho de que Soros tiene intereses en Colombia, no ha trascendido la noticia del Wall Street Journal: “Soros Lost Nearly $1 Billion After Trump Election “(Soros perdió casi mil millones de dólares después de la elección de Trump) que en español se puede profundizar con “Soros, el filántropo de la izquierda radical, se arruina en la bolsa por culpa de Trump”. Entendemos entonces por qué los medios adictos a Soros, las múltiples organizaciones no gubernamentales de las que es fundador o donante se van a volcar a promover la imagen apocalíptica de Trump porque la vaca lechera, Soros, pueda que se esté secando. Pero si quiere conocer cuáles son los verdaderos intereses de Soros lea: Soros y el Imperio británico por la legalización de las drogas, a la …www.malvinense.com.ar/snacional/2013/1398.htm.

Ahora bien, el título de este artículo habla de ‘la verdadera reconstrucción de naciones’ que en realidad es ‘la reconstrucción del amor’; pero nuestros líderes políticos y empresariales se avergüenzan de esa posibilidad. Sostenía Goethe que lo importante no era decir cosas nuevas, sino cosas verdaderas; y, por otra parte afirmaba Jules Romains que lo más fuerte que había en el mundo era pensar con energía y actualidad en las viejísimas verdades de las que el hombre vulgar estaba cansado. Esto es necesario porque cuando el diablo no está en forma pone el desorden en lugar del orden; es decir, marxismo, revolución, etc. a lo que nadie le jala; pero que en plena forma sustituye el orden por otro orden, lo cual nos pone ante el esfuerzo de distinguir entre lo falso y verdadero en toda organización y emprendimiento aparentemente altruista. El ejemplo actual ha sido, por parte de los norteamericanos, desenmascarar a George Soros. Y por parte de Lia Fowler, exponer sus manipulaciones sobre Colombia. ¿Pero cómo se reconstruye el amor y por ende la política? No conozco un mejor texto que Corintios 13 que generalmente se aplica en las bodas, pero no en la política. Hillary lo utilizó en su campaña al igual que Trump. ¿Pero viven de acuerdo con el texto?

En el texto Pablo explica lo que es y no es el amor. Evidentemente esas características no están en la política, pues el amor es paciente y bondadoso. La campaña norteamericana fue un show de violencia edulcorada con falsos ideales. El amor hace que un creyente en su país y la democracia se regocijen en la verdad, ¿pero lo hace el político? El creyente persevera, espera y cree en esos ideales por lo que su amor por la patria hace hincapié en dar, como lo propuso Kennedy, más que en recibir. El falso político da promesas y recibe votos.

El amor se centra en los compromisos a largo plazo sobre los sentimientos a corto plazo. ¿Es la paz un compromiso o un sentimiento? El amor no es envidioso, orgulloso o egoísta, acepta las faltas en otros, pero no tolera el pecado convertido en el cinismo de las falsas promesas. Los creyentes en la democracia que verdaderamente aman la patria pueden unirse con otros creyentes para crear un cuerpo espiritual en la forma de un partido. Hoy en día a eso se le llama ‘visión’. De esa forma, pensando en la patria, cada creyente en la visión realiza sus funciones sin celos por los talentos de los demás.

Por ese motivo el amor patrio es la actitud de una persona hacia sus hermanos ciudadanos, sin distingos. Las personas con ese amor genuino por los demás producen sentimientos positivos a través de su presencia, haciendo desaparecer los partidos que dividen. 1 Corintios 13: 4-8 describe el amor que Dios tiene; y ese tipo de amor incondicional no depende de que otros lo devuelvan. Pablo sugiere que los creyentes en una religión, partido, familia, proyecto de país, etc., se amen, pero Jesús lo ordena en Juan 13:35 cuando dice: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor unos con otros". ¿Es entonces difícil reconocer quién es un verdadero patriota, discípulo de una conciencia llamada patria?

Con lo anterior los sucesos recientes de nuestra patria nos han llevado a un serio momento de reflexión que nos dice que apelar a medidas o acontecimientos extraordinarios que modifiquen la existencia de nuestro país no es el único medio de cambiar lo censurable dentro de nuestra vida democrática, sino que nuestra existencia pública y privada, a través de una profunda toma de conciencia de lo que significa ser un patriota colombiano debe dejar de ser vivida superficialmente.

Porque así como a un pájaro le duelen sus alas recortadas, a nuestra patria le duele ver mermada una vida ciudadana que nos inspire, una vida que reclamamos no por infantilismos, sino porque sentimos que este delirante creer completa nuestra verdadera condición de colombianos. Y porque creemos ser una sociedad de calidad, nos exigimos a nosotros mismos sin imponer el despotismo de exigir calidad a los demás. No queremos, como miembros del Centro Democrático, cambiar las concepciones y costumbres de otros ciudadanos; simplemente invitamos a que vivamos juntos el gozo de transformarnos y ser mejores.

El hombre débil tiene problemas, el fuerte aporta soluciones. Las verdaderas tradiciones colombianas, que son respetables, por lo que representan al hombre verdadero y universal, tienen las respuestas y tenemos una única y tremebunda exigencia: vivirlas sin vergüenza de lo que somos. Nuestras respuestas frente a la tiranía son: civilidad, valor, persistencia. No son respuestas nuevas porque son eternas y verdaderas. En esta nueva arremetida del mal camuflado de paz y promesas contra nuestra patria estamos aprendiendo a vivirlas en una obligación de pensamiento claro, síntesis, alegría, trabajo, que planteen la cuestión de nuestros problemas a la luz de nuestra más alta tensión intelectual para extraer la respuesta, la solución a nuestras necesidades, de la profundidad de nuestra alma, nuestra tradición y la filosofía perenne que ha alimentado el verdadero progreso del hombre.

Dicen que Dios hizo el mundo en siete días. Los verdaderos patriotas colombianos debemos ser los hombres del octavo día; es decir, los que creándonos a diario continuamos la creación. La lucidez de vivir este heroico destino nos vivificará y abrazará como el sol, pues al decir del gran poeta turco, Nazim Hikmet, si tú no te quemas y yo no me quemo ¿Cómo las sombras luz darán?

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