De Isaías Rodríguez a Eduardo Montealegre

A quienes les parece exagerado el argumentar que las intenciones de JMS es  facilitar la instauración del Socialismo del siglo XXI en Colombia, cual Kerensky criollo, les tengo la desafortunada noticia, de que el proceso va a pasos agigantados, de hecho, ya tenemos en el país los primeros síntomas de la instauración de ese sistema por Chávez en la vecina Venezuela.

Aparte de la cooptación de los medios de comunicación, allá primero por confiscaciones y luego por compra de testaferros del régimen, acá  por medio del silenciamiento vía pauta gubernamental; de la dominación de los entes contralores por parte del ejecutivo; de la eliminación de la separación de poderes, que fueron los primeros pasos del chavismo para obtener el poder total y que ya sucedió aquí vía la mermelada embrutecedora que el gobierno le da a los partidos de la  “traición nacional”. Lo más significativo del proceso , tanto allá como acá es la politización de la justicia y la judicialización de la política, doble proceso cuyo único objetivo es la eliminación del oponente por medios extrapolíticos.

Institución fundamental el lograr tal fin es la Fiscalía, ente que se encarga de la instrucción en los procesos judiciales y por lo tanto decisiva y fundamental en la persecución judicial de los opositores políticos. Pues bien no puede haber mayor similitud entre ambos procesos que en este proceso de aniquilación de la oposición por medio de un sistema judicial dependiente del poder ejecutivo.

En ambos países detentaron la Fiscalía siniestros personajes, entregados a la corrupción y dominados absolutamente por el secretariado del cartel narcoterrorista denominado las Farc. Isaías Rodríguez, no tuvo límites en perseguir opositores al régimen bajo cualquier medio, incluidos el secuestro y el asesinato, como lo prueban los ocurridos en las personas del abogado López Castillo, hijo de la exministra y parlamentaria Haydée Castillo de López, y del fiscal Anderson, a quien en un principio se le encomendó las tareas sucias de persecución de opositores, y cuando ya sabía mucho y se volvió una rueda suelta no quedó más que eliminarlo.

Eduardo Montealegre no ha llegado a los extremos criminales de Isaías Rodríguez,  pero es que acá el régimen es más sutil, reflejando las diferencias de personalidad entre Juanhampa y el tirano Chávez, pero igualmente ha puesto toda la estructura de la Fiscalía, por orden expresa de las Farc a lograr un solo objetivo.: la aniquilación del uribismo.

Ambos Fiscales tienen en común la obsesión contra Uribe, ambos utilizan métodos heterodoxos, de nuevo Rodríguez más prosaicamente ( la prueba  para creerle a un testigo antiuribista era que él le “ había visto la verdad en los ojos” ).  Montealegre más finamente, creando  novísimas teorías constitucionales hechas a la medida para servir a los objetivos de la impunidad y elegibilidad de sus jefes máximos: el cartel narcoterrorista de las Farc. El cinismo de Montealegre, para favorecer a los criminales de lesa humanidad llega hasta negar que los guerrilleros hayan cometido tales delitos, y su obsesión por eliminar al uribismo, le da hasta  para inventase un hacker “superman” que diciendo excentricidades , violando el debido proceso, intenta llevar a la cárcel de Uribe para abajo ( Esta operación es tan burda que hasta una de las máximas anti-uribistas, la senadora Claudia López, la ha evidenciado públicamente).

De Isaías Rodríguez a Eduardo Montealegre se comprueba la comunidad de intereses y métodos entre el castrochavismo y el farcsantismo; eliminar al uribismo para poder así, sin una oposición recia y firme, poder derrumbar la democracia liberal e implantar el Socialismo del Siglo XXI. En Venezuela lo lograron por la debilidad de la oposición, acá justamente ese es el hueso duro de roer para los narcoterroristas: Álvaro Uribe Vélez. ¿ Llegará las Farc  al extremo de aniquilarlo físicamente, lo cual ha sido su objetivo desde hace varios años? ¿ Es por ello que el gobierno baja la guardia en la protección del Expresidente hasta el punto de negarle el alquiler de su residencia en una edificación de la Policía Nacional? Yo creo que JMS no llegará a tales extremos, pero indudablemente la lucha contra el ventajismo oficial en utilizar el poder judicial para eliminar a la oposición democrática es muy tenaz, y en ella se basa la sobrevivencia del sistema democrático colombiano.

Director editorial pensamientocolombia.org

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