Dolor de patria

Dolor y miedo sentí el pasado viernes 6 durante la conmemoración (¿celebración para algunos?) del ataque del grupo terrorista M-19 al Palacio de Justicia. Durante estas tristes reminiscencias hubo condenas a granel para el Ejército y al Gobierno de ese entonces y, paralelamente, SOLO hubo dos o tres menciones sobre la culpa de los amotinados. Hechos que revelan las simpatías o perdones y también, las antipatías y hostilidades de los presentes hacia determinados grupos de la contienda. Es normal que todavía exista sufrimiento entre quienes perdieron algún familiar, pero sí esperaba un poco más de objetividad por parte del presidente. Por eso digo que sentí dolor de patria y hago un SOS por nuestro Ejército, cuyos integrantes no son ángeles, pero tampoco demonios.

En medio de cualquier guerra, cuando un ejército es atacado… se defiende. En toda batalla hay ruidos, estallidos, alboroto, rumores, acciones inconscientes, fogosidad en la lucha, violencia. No podemos olvidar que toda guerra es cruel. Algunas frases famosas describen aspectos de las batallas: “Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico, un guerrero”, Samuel Butler. “La fuerza y el engaño son, en la guerra, las dos virtudes cardinales“, George Herberret.

Tristemente, hoy en nuestra patria, todo lo que huela a derechas o a las F.M. es casi que condenado a priori. Por ejemplo en la cárcel están el general Arias Cabrales y el coronel Plazas Vega, pero ninguno de los guerrilleros ha pagado prisión. En las distintas ramas del poder, se vive cierta discriminación hacia estos grupos. Hay un avance inconmensurable de las izquierdas y sus grupos afines, con artimañas, movilizaciones y sometimiento ante ellos. Más como dice Uribe: “La tregua actual de las Farc es aparente, ficticia y de engaño. Han disminuido homicidios, secuestros masivos pero han aumentado el narcotráfico, el control territorial y la extorsión”.

Ahora Santos y sus coequiperos –directos e indirectos- parecen empeñados en cambiar la historia reciente y llevarnos al convencimiento de que la culpa de todas las masacres, ataques, secuestros, asesinatos y demás acciones violentas de los últimos 50 años, son delitos de la sociedad entera, menos de los verdaderos delincuentes. Propuesta lanzada inicialmente por las Farc.

Aunque su principal exigencia es llegar al Congreso, entre otros reclamos figuran: -Quitarles el título de terroristas. -Las F.M. deben disminuir las brigadas móviles. -Las propiedades que tenga cualquier miembro de las Farc no pueden ser objeto de expropiación. -En caso de llegar a buen término el proceso de paz, los guerrilleros tendrán un auxilio de $1.800.000.oo. –Reparar económica, logística y financieramente la seguridad del secretariado. -Archivar todas las investigaciones contra cualquier miembro de las Farc-EP. -Borrar todos los registros penales a nivel internacional. Permitir que las Farc tengan su propio canal de TV y emisora radial para expresar libremente sus ideas, etc. Como dice alguien: si estas son algunas de las cosas que las Farc piden ahora, ¿cómo será más adelante, después de semejante reorganizada que se están dando en Cuba, con la asesoría del dictador Castro y su hermano”?.

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