Duque: la esperanza de un futuro mejor

La Colombia actual, un sufrido país y paralelamente una apetecida nación en el conjunto internacional debido a nuestra excelente posición geográfica, la riqueza, el esfuerzo y la cultura de nuestro pueblo y defensores de los derechos humanos, hoy nuestra política internacional nos hace llamativos para los numerosos movimientos políticos de izquierda que dominan buena parte de América del Sur. Tierras codiciadas por el marxismo de Cuba, el chavismo Venezolano, la Bolivia de Evo Morales, etc. Y hasta fuerzas oscuras de izquierda compiten por el poder, lastimosamente no siempre rechazadas, grupos que en ocasiones cuentan con cierta simpatía en los medios. Poder al que llegan a través de promesas incumplidas, pecadillos y pecadotes, dependiendo de los personajes y de su historial ante la justicia.

Iván Duque, el primero en casi todas las encuestas se ha ganado el corazón de los colombianos. El más capaz, es un hombre definido, con estudios comprobados, a la par que posee una gran simpatía natural y sencillez y con una rara cualidad entre los políticos: no desprecia a sus competidores ni habla “mal” de ellos ni se siente superior.

En días pasados, la familia Yacaman en Medellín organizó una reunión informal de unas 350 o 400 personas para que Duque expusiera sus planes. Luego de las palabras de bienvenida y excusarse por la demora, dio un cálido saludo a los presentes. Cuando terminó su disertación, las emociones estaban al máximo. Hubo hasta lágrimas de emoción.

Sobre Petro, segundo personaje destacado en las encuestas, más adelante escribiré un poco, en especial sobre su historia política y particularmente sobre su paso político por el M19, una de las épocas más violentas de Colombia.

La gran objetividad de Duque es una de sus principales cualidades, comportamiento bastante escaso entre los demás aspirantes al solio de Bolívar. Su vida ha sido austera y lejana de bombos. Cuando habla de sus contrincantes lo hace con respeto y ceñido a la verdad.

Su compañera de fórmula Martha Lucía Ramírez es una mujer valiente, preparada y con experiencias en distintas áreas del gobierno. Su elección sería una excelente respuesta a la mujer colombiana en general y también un apoyo a las miles de profesionales que hoy se preparan con esfuerzo. Ella tiene méritos y cualidades que la harán brillar con luz propia.

Después de oír y seguir las distintas propuestas de la mayoría de los candidatos presidenciables en sus debates y mensajes, además de sus conferencias, propagandas y promesas -por los cuales tengo distintos grados de simpatía-, he llegado a la conclusión que Iván Duque es el más capacitado e independiente. Tenemos que volver por las rutas del esfuerzo personal, la rectitud y las virtudes.

Dicen que los demás critican muy veladamente a este gobierno, pues mantienen sus canales hacia la mermelada o han participado de las diferentes campañas o acciones de la actual administración. “Duque es el único con discurso real sobre la urgencia de revisar los malhadados acuerdos de La Habana, cuyas nefastas consecuencias se observan en el aumento de los cultivos de coca, el incremento de la criminalidad y de la inseguridad; impunidad y curules para violadores y criminales de lesa humanidad; desmovilización, así como una supuesta entrega de armas de mentiras o a medias; cesión de la soberanía nacional a las Farc en 32 territorios y justicia bajo el tribunal de la venganza JEP, con magistrados elegidos según su animadversión a Uribe”.

Cifras y Conceptos coloca a Duque en primer lugar, segundo a Vargas Lleras, en tercer puesto a Petro y a Fajardo de cuarto. La favorabilidad de unos u otros seguirá cambiando, pero por el momento los seguidores de Duque y Marta Lucía respiramos optimismo.

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