Dura columna del WSJ sobre el proceso de paz

“Un anuncio de Néstor Humberto Martínez, fiscal general de Colombia, a principios de este mes, revela el triste estado del ‘acuerdo de paz’ de noviembre de 2016” con las “narcoterroristas” Farc; así comienza la columna de opinión de Mary Anastasia O’Grady en el periódico norteamericano The Wall Street Journal.

Martínez, relató O’Grady, “dijo que tiene evidencia de que hay funcionarios” de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que están «cocinando falsedades y procesos fraudulentos» en violación de la Constitución.

La columna es contundente, pues de entrada el título «La falsa Paz» va de frente contra los que para ella son los errores y realidades posteriores a la firma del acuerdo de paz y que poco se conocen a nivel internacional.

«Bienvenido a Colombia, donde el tan publicitado trato, elaborado en La Habana por el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y los líderes de las Farc, se está desenmarañando más rápido de lo que se puede decir ‘el crimen paga’», dice O’Grady después de contextualizar los recientes acontecimientos en torno a la JEP y los descubrimientos del fiscal Martínez sobre los bienes de la exguerrilla.

O’Grady recuerda que, “como informó Bloomberg el 11 de septiembre, Colombia está experimentando un aumento en la violencia rural, que había disminuido considerablemente bajo la presidencia del presidente Álvaro Uribe”.

Para ella, Santos no es el único culpable del alza en la inseguridad en las regiones. El exsecretario de Estado, John Kerry, y el delegado del entonces presidente Barack Obama, Bernard Aronson, tienen responsabilidad al haberse «alejado» del proceso.

Sin embargo, su crítica hacia los casos de ‘Jesús Santrich’ e ‘Iván Márquez’ son lo más fuertes, ya que los exguerrilleros, en vez de recibir beneficios para «sus nuevas vidas» deberían estar en prisión pagando las condenas por los crímenes que cometieron durante el conflicto armado, explica O’Grady.

«La visión del señor Santos de convertir a las Farc en guardabosques y guías de ecoturismo no está funcionando», expresó.

Para O’Grady, “el colapso del acuerdo era predecible. Las Farc son una red de crimen organizado que trafica cocaína, ejecuta operaciones de secuestro y extorsión y se dedica a la minería ilegal” y, anotó, “era una tontería pensar que un Estado democrático podría encontrar un punto medio con estos mafiosos”.

Para ver la columna publicada por el Wall Street Journal haga Click Aquí

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