Eco, El día sábado 13 de diciembre, pasado mañana

El día sábado 13 de diciembre, pasado mañana, tendrá Colombia la primera oportunidad de manifestar, pública, masivamente, el rechazo creciente al Gobierno, que está adelantando el chibcha, con ínfulas de heredero de la Corona de la Rubia Albión, Timochenco Farcsantos Muisca Mentiroso…

Desde los días del Bojote Cínico y Retrechero no teníamos unos tan estresantes; cuando despunta el sol y enciendo el torturador, digo, el computador, estallan en la pantalla, reluciente y colorida, los detalles de las últimas estupideces cometidas, esbozadas, ordenadas, ideadas, por el tipo que, a punta de mentiras, de traiciones y hundiendo hasta el codo, sucio y abusivo, sus garras en los dineros del Estado, se ganó cuatro años de Gobierno que le sirvieron de entrenamiento para otros cuatro u ocho, si la cobardía sigue estrujando a los colombianos; porque eso somos: cobardes.

Porque nos matamos con gélida frialdad por un gol si o por un gol no, de Nacional.

Porque a Usted le gustan mis zapatos.

Porque le debo y no le pago, cinco o cincuenta o quinientos mil pesos o cinco millones de pesos. Porque mi novia es negra y la suya rubia.

Porque Usted nació a la orilla del Otún y yo, de la Olivares. Nos matamos por cuentos, por historias baladíes. El sábado trece no vamos a matar a nadie por bobadas ni por asuntos serios.

Como el fulano que nos manipula también lo hace con los Medios, y ahora los periódicos, salvo algunas excepciones solo sirven para envolver carne y la televisión para que algunos musulmanes se diviertan cortando cabezas y para dejarnos ver cuántos borrachos salieron la noche anterior y cuántas personas asesinaron con sus balas-carros.

Como cualquier dictador, por demócrata que sea, lo primero que hace es taponar la opinión, el sábado trece no vamos a tener los protestadores quién nos diga que tan nutrida fue la protesta, ni que se dijo. Mucho menos sabremos los resultados.

Pero…

Si  el sábado 13 ocurren hechos que hagan entender al Muisca que Colombia está harta de rodar hacia el asqueroso e infame pozo comuñanga y criminal y narco y asesino y secuestrador y falso que él, según sus lambones  biógrafos, desde niño viene cavando; si Juanhampa y César Gaviria y retoño; si Cínico Samper y Serpa Uribe y Cristo malo y los izquierdistas de derecha, a punta de mermelada;  si copa-alegre Vargas Lleras y el combo  liberocastrochavista, más la godarria desvergonzada, entienden y asumen la responsabilidad que cargan, que arrastran, con Colombia como país, como Familia de sus familias; si un rayo de luz les penetra e ilumine la mollera a los cavernícolas que nos manipulan; si Juan Manuel Santos Calderón suaviza, hasta desaparecerla, su dañina, su mortífera, su detestable egolatría, entonces, tendremos tranquilidad, tendremos paz.

Pero…

Si a pesar del rechazo unánime a las intenciones castrochavistas del Muisca, los Timochencos siguen sonando, entonces, apagá y vámonos…

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