La infraestructura ubicada en Norte de Santanter iba a ser impactada por el Eln.
En lo que va corrido de este 2019, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) ha atacado 13 veces el oleoducto Caño Limón Coveñas en Norte de Santander y Arauca, sin embargo, el Ejército Nacional ha logrado frustrar otros 50 ataques que intentó consolidar este grupo al margen de la ley.
“La franja de prevención antiterrorista que hemos logrado de la mano de la Policía Nacional y de las autoridades de inteligencia, ha evitado más de 50 atentados que tenían ellos planeados. Sí, han logrado consolidar algunos, pero es muy alta la capacidad que el señor Presidente, Iván Duque, nos ha ordenado tener para prevenir los atentados y hemos logrado establecer unos protocolos que han venido funcionando”, aseguró el general Mauricio Moreno Rodríguez, comandante de la Segunda División del Ejército Nacional.
En lo que va corrido de este año, las fuerzas militares en Norte de Santander, han logrado desactivar más de 120 campos y 18 carros bomba, el más reciente en la vía Tibú-La Gabarra donde en menos de dos días lograron evitar que detonaran dos vehículos con explosivos superiores a 200 kilos.
Más que la cantidad de hombres que tenemos, son las capacidades que hemos desarrollado que nos hacen diferenciales
Por seguridad de la estrategia, el general Moreno no revela la cantidad de hombres que trabajan en la zona, sin embargo dice que la clave de las operaciones no está en la cantidad de uniformados, sino en las capacidades que han desarrollado, “hay una situación importante y son las capacidades de planeación de las operaciones, más que la cantidad de hombres que tenemos, son las capacidades que hemos desarrollado que nos hacen diferenciales, especialistas en explosivos, en hidrocarburos y trabajar en conjunto con los organismos de inteligencia, son la clave para poder frustrar estos atentados”, informó el general Moreno.
Las tropas de la Segunda División del Ejército, la Fuerza de Tarea Vulcano y la Policía Nacional, se mantienen en la zona de Norte de Santander, especialmente en El Catatumbo donde se concentran grupos al margen de la ley, con el fin de seguir evitando estos atentados.
