El abandono de Salgar

El 18 de mayo de este año el desbordamiento de la quebrada Liborina en el municipio de Salgar, al sur occidente de Antioquia, causó una de las mayores tragedias de nuestra historia reciente. Centenares de familias perdieron a sus seres queridos y a sus muy modestos bienes por cuenta de la catástrofe natural.

Frente a la crisis generada por el desbordamiento, el Gobierno Nacional de manera apresurada anunció una serie de ayudas a los damnificados, las cuales han sido incumplidas de manera sistemática.

Apenas ocurrieron los hechos, el Centro Democrático se hizo presente en la zona y promovió la cooperación de la sociedad para que hiciera donaciones. Grande fue nuestra sorpresa cuando el gobierno nacional y el departamental irrumpieron diciendo que no era necesaria la cooperación, alegando que “ellos tenían todo bajo control”. El tiempo nos ha demostrado que nada de eso era cierto; nuestros compatriotas de Salgar están en absoluto abandono.

Resulta lamentable que ese tipo de cosas sucedan, sobre todo cuando se trata de ciudadanos humildes que lo perdieron todo y que, como debe ser, creyeron ciegamente en las promesas del gobierno nacional.

Empecemos por denunciar el incumplimiento en materia de auxilios para cubrir los gastos funerarios. Los funcionarios del presidente Santos, aseguraron que les darían un monto de dinero para sufragar los sepelios, dinero que en muchos casos no llegó y en otros fue desembolsado menos de lo prometido.

De igual manera, se les garantizó a todos aquellos que habían perdido sus casas por cuenta de la fiereza de las aguas indomables que éstas iban a ser reconstruidas al 100 por ciento. Todo quedó en anuncios y titulares de prensa, pues los abogados del Gobierno han puesto todo tipo de trabas para no cumplir con lo ofrecido. Recordemos que se trata de casas de campesinos, muchos de ellos con derechos de propiedad adquiridos a lo largo de los años. Resulta que los burócratas oficiales, tratando de encontrar argumentos para no iniciar las respectivas obras, están exigiendo la presentación de escrituras y certificados de tradición y propiedad.

He oído de casos de campesinos salgareños que alegan tener papeles firmados sobre la compra de sus predios hace muchos años, los cuales se fueron con sus casas. Era la única prueba que tenían para certificar su legítima propiedad sobre el bien en cuestión. Y el Gobierno, indolente e insensible frente a ese drama, se empecina en reclamarles escrituras inexistentes. Lo único que falta es que decidan extinguirles la propiedad sobre terrenos sobre los que, repito, han ejercido el derecho de posesión durante muchos años y por generaciones enteras.

La demora en la asistencia a los damnificados ha causado un desplazamiento masivo de campesinos hacia Medellín y otros municipios, en busca de oportunidades de trabajo. Aquello tiene un impacto demoledor sobre la debilitada economía agraria de Salgar. Por ejemplo, en estos días empieza la cosecha de café y hay mucha preocupación por la carencia de mano de obra. No hay suficientes personas para recoger el grano, los cual preocupa a los productores que imploran soluciones para no perder la cosecha.

Es deplorable que el Ministerio de Agricultura, frente a la magnitud del problema de Salgar, no haya propuesto un programa especial de ayuda a los agricultores de la región, procurando salvar esas menguadas finanzas familiares. Los salgareños no necesitan anuncios sonoros desde Bogotá, sino soluciones reales en su municipio. Así de sencillo.

Fueron muchos los niños que quedaron huérfanos por cuenta del desbordamiento. Ellos no tienen a nadie que los ayude y el ICBF no ha hecho lo que le corresponde para proveerles la representación que necesitan en aras de que les sean reconocidos los derechos que tienen en materia de ayudas y subsidios.

En conclusión, el Gobierno Nacional ha dejado en total abandono al municipio de Salgar. No ha querido cumplir lo que ofreció aquel aciago día en el que las aguas de la Liborina acabó con la vida de 69 personas y destruyó las viviendas de cientos de familias.

Pero la solidaridad de los ciudadanos ha sido palpable. Ejemplo de ello son los eventos que tendrán lugar esta semana en la ciudad de Miami que tienen como fin único recolectar fondos para entregárselos a los damnificados de Salgar.

Un grupo de congresistas del Centro Democrático, encabezados por el ex presidente Uribe, estaremos allí para agradecer personalmente ese conmovedor gesto de generosidad de aquellos compatriotas que aunque no vivan en Colombia, siguen teniendo su corazón en nuestro país.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar