El amarillismo en Colombia

El amarillismo, un fenómeno que tristemente se ha apoderado de la mayoría de los medios de comunicación y de personajes independientes que creen y piensan que comunican noticias o ideales, pero lo que transmiten son juicios de valor sesgados por ideologías políticas, rencores personales o por la defensa de sus “amigos políticos.”

Un ejemplo de este aberrante y vergonzoso comportamiento es el del señor Daniel Samper Ospina, que en su etapa de youtuber intensificó el uso de comentarios ofensivos y burlas sin sentido hacia pensamientos que no siguen su corriente ideológica o porque simplemente lo dicen personajes que a él no le agradan, atentado contra los valores y la integridad de sus “enemigos”. Comentarios como “ahora los huevitos de Uribe ya crecieron y son unos huevos muy grandes, unos huevones” haciendo referencia a los precandidatos a la presidencia por el Centro Democrático, sabiendo muy bien y en palabras del Dr. Fernando Londoño que estos precandidatos son un lujo para la democracia y no solo se dice por decirlo, se puede observar la incansable lucha por la defensa de esta y la protección de la constitución ante personas que la quieren irrespetar y pasar por encima. Comparaciones irrespetuosas como: “el Goebbels criollo del Centro Democrático es José Obdulio Gaviria”, aclarando que Goebbels fue el ministro de propaganda y de ilustración pública de Adolf Hitler. De una manera sarcástica e irrespetuosa hace esta ofensiva comparación del ilustrado y honroso H.S José Obdulio Gaviria con un genocida y criminal defensor de una doctrina asesina como lo fue Joseph Goebbels.

Pero el amarillismo y las agresiones no solo vienen de los medios y periodistas, también vienen de algunos políticos, como el H.S Roy barreras y en un caso más específico la H.S Claudia López con afirmaciones como estas: “el señor Álvaro Uribe y su hijo, tras de ladrones bufones” o comparaciones que atentan contra la honra como equiparar al ex presidente Álvaro Uribe con una sanguijuela de alcantarilla o decir que el Centro Democrático es el “partido de las mentiras”, estos agravios sin argumentos sacan una de las peores condiciones humanas que es la violencia. Irónicamente estas agresiones no son presentadas por los supuestos guerreristas sino por los mal llamados “amigos de la paz”.

El debate debe estar abierto a contradicciones y diferentes opiniones pero siempre baja el marco del respeto y el buen trato sin afectar la honra de las personas y en los medios de comunicación debe primar un periodismo de investigación limpio, sin sesgos y sobre todo objetivo.

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