El escenario venezolano

“Renovada democracia en el continente”

Son seis los factores que permiten explicar tanto el giro histórico que le ha dado a Venezuela la genuina revolución democrática de la Mesa de Unidad, como la victoria definitiva que sobrevendrá, tarde o temprano.

La victoria inicial

1. La oposición, bien coordinada, canaliza las energías populares como verdadera alternativa de poder caracterizada por su unidad en la diversidad. No se trata de una corriente que amalgama frustraciones y resentimientos. Es una coalición fecunda animada por los principios del liberalismo, las libertades públicas y la competitividad, que rechaza la violencia y recupera la confianza ciudadana en la libertad de cátedra, comercio y empresa.

2. Los militares, a pesar de los privilegios de que gozan, han interpretado bien el momento histórico y no están dispuestos a convertirse en asesinos a sueldo de un régimen insostenible y corrupto que en la noche del 6 de diciembre se debatía entre el fraude (ampliando horarios) o invadir las calles de milicianos presas del delirio chavista.

3. Varios gobiernos valerosos de la comunidad iberoamericana, así como expresidentes conscientes del valor del pluralismo contra la dominación autoritaria, aunaron esfuerzos para exigir transparencia, respeto y dignidad, recordando que varias dictaduras han tenido que doblegarse ante el peso determinante de la moral internacional.

La victoria definitiva

4. A menos que Maduro se convierta en un antropófago al servicio de los radicales temerosos de ser llevados ante los tribunales internacionales cuando el régimen sucumba, la voluntad popular tendrá que ser acatada y el ánimo incontenible y persistente de Leopoldo López, Lilian Tintori, Ledesma, Torrealba, Rosales, Capriles y Machado garantizará la transición tranquila y ecuánime que Venezuela necesita para no tener que entregarse ni complacer a los violentos (como sucede en otros lares).

5. En tal sentido, la Mesa de Unidad sabrá valorar el inmenso esfuerzo de Leopoldo quien, desde la cárcel, fortaleció la conciencia transformadora de la sociedad venezolana, desenmascarando a la dictadura y haciendo consciente al mundo de la persecución, la intimidación y la miseria.

6. En definitiva, lo que ha fracasado no es "el modelo venezolano" sino (por enésima vez) la unidad totalitarismo-y-marxismo, con lo cual, las luchas populares en Brasil, Ecuador y Nicaragua, sumadas a la firmeza de los pueblos contra el terrorismo, pronto darán sus frutos -como ya sucedió en Argentina- y una democracia renovada se apoderará del Continente.

La realidad es bien distinta. Las obligaciones que imponen trabajar para el Estado significan, entre otras cosas, una transparencia absoluta. Es tan ladrón el que roba, como el que deja robar. Y corrupción es no solo apropiarse de los dineros del Estado. Designar subalternos inútiles a sabiendas de su inutilidad, solo para llenar cuotas, lo es. Como también lo es, destituir al que cumple con su deber, por no prestarse a trapisondas o torcidos. O inventarse procesos judiciales en contra de un adversario u omitir la persecución de un aliado. La imparcialidad es un atributo vital del Estado y su infracción consciente siempre es corrupción.

Mejor dicho, como decía mi abuela, buen hijo no es el que no le pega a la mamá.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar