EL GOBIERNO DEL TAPE TAPE

La pérdida del rumbo, ése doble discurso, el detrimento de la política de Seguridad Democrática y la plataforma con la que gobierna el Presidente Santos, han motivado a los ciudadanos a romper el silencio.

Parece que la mayor preocupación del Gobierno Santos es la imagen positiva que pueda arrojar una encuesta. Éste gobierno parece más interesado en el maquillaje de su popularidad que en liderar políticas acordes con las necesidades del país.  Hoy vemos cómo algunos medios se han convertido en oficialistas tapando la realidad del país posiblemente para no perder la pauta publicitaria, que en otras palabras, no es más que la porción de la conocida mermelada de la Unidad Nacional.

Se ha convertido en objetivo de descrédito del gobierno, todo aquel que no comparta la posición gobiernista.  El reciente estudio que pagó la Cancillería, que por cierto no conocemos cifra, sobre la imagen de Colombia en el exterior, es un claro ejemplo de ello.  El análisis de los altos funcionarios del gobierno sobre dicho estudio, no parece haber tenido otro objetivo que el de confundir a la opinión pública, para arreciar la cadena de descrédito y ataques infames que ha recibido la oposición en cabeza del Presidente Álvaro Uribe Vélez .  Es de no creer que el gobierno tenga la osadía de poner en el mismo nivel a las FARC y al Presidente Uribe, eso no tiene ningún punto de comparación.

El Presidente y su Canciller en sus declaraciones culparon a Uribe de la mala imagen que tiene Colombia en el exterior, pero omitieron decir que dicho informe se limitó a tres hechos específicos ocurridos en el país, el atentado al ex ministro Fernando Londoño, a la liberación del periodista francés Romeo Langlois, y a la Cumbre “derrochona” de las Américas.  No está bien que el gobierno pretenda hacer creer a los ciudadanos que el Presidente Uribe ataca a Colombia, máxime cuando él fue el artífice de unas políticas que sacaron al país del título internacional de estado fallido;  las declaraciones del Presidente Uribe se han referido siempre a la gestión y políticas del gobierno Santos y nunca han atacado a Colombia.

Replicar noticias, compartir las denuncias de los ciudadanos y advertir sobre las preocupaciones bien soportadas en la experiencia y en el conocimiento profundo de los temas de ninguna manera pueden compararse con los ataques terroristas que cometen todos los días las FARC.  Pareciera que el gobierno reacciona más rápido a un tweet del Presidente Uribe que a una acción de hostigamiento por parte de las FARC.  No es lógico que el Presidente Uribe no haya acabado de escribir su trino cuando ya esté recibiendo reacciones del gobierno y por el contrario, departamentos como el Cauca sean azotados por terroristas, su población esté siendo desplazada masivamente y el gobierno no reaccione por varios días.

Lo que el gobierno debería saber es que la imagen del país en el exterior se daña cuando se avalan dictaduras, cuando se aprueba una ley que indulta terroristas y promueve impunidad, cuando se pierde la confianza en las instituciones, cuando hay crisis política y de gobernabilidad, cuando nuestros soldados, a excepción de los soldados del mundo, no tienen fuero militar, cuando un país pobre como Colombia gasta desmedidamente en Cumbres derrochonas, cuando multiplicamos los gastos del estado para crear puestos burocráticos a cambio de favores, cuando no sentamos una voz de protesta por los panfletos de las FARC repartidos por el PSUV en el Foro de Sao Paulo, cuando vamos perdiendo territorio nacional porque más parece un gobierno acuartelado que dispuesto a dar la batalla, cuando se recula constantemente dependiendo del golpe en las encuestas, eso es lo que en realidad daña la imagen Colombia.

La pérdida del rumbo, ése doble discurso, el detrimento de la política de Seguridad Democrática y la plataforma con la que gobierna el Presidente Santos, han motivado a los ciudadanos a romper el silencio.

El Presidente Uribe ha tomado esas banderas, ha entendido la necesidad de servir de luz para buscar nuevas alternativas políticas y abrir nuevos caminos, él hace uso del legítimo derecho contemplado en el Estatuto de la Oposición de la Carta Constitucional en el artículo 112 que cita:  “ejercer libremente la función crítica frente al gobierno, para plantear y desarrollar alternativas políticas”, alternativa que agrupa a millones de ciudadanos en el nuevo movimiento político Puro Centro Democrático, el cual busca una coalición de todos los partidos que se identifiquen con los postulados de la Seguridad Democrática, las libertades,  la cohesión social, la institucionalidad, el pluralismo y el apoyo constante y determinante a la Fuerza Pública.

Le llegó la hora los indignados, es tiempo de defender con férrea convicción las ideas y el país que queremos dejarle a nuestros hijos.

 

Por Erika Salamanca
Profesional en Comercio Internacional. Bloguera y analista de la política nacional colombiana.

El gobierno del tape tape
Julio 8 de 2012. En Columnas, Política Nacional. Por Revista Posición

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