Se considera hoy que la frase ‘crecimiento de la población’ no describe en forma apropiada los cambios demográficos en el mundo. La frase ‘dinámica de la población’ se considera a la fecha como más apropiada.

En países en desarrollo como Colombia, sus habitantes crecen en forma exponencial en las regiones pobres, en tanto que se estabilizan en los sectores de mayor educación e ingresos. En Europa decrece la población nativa y se les incrementan las migraciones desde Asia y África. La medicina eleva los promedios de vida. Las pirámides de edades están cambiando por doquier. Los campesinos migran a las ciudades. Las madres tienen que trabajar. Los gobiernos opresivos y dictatoriales no invitan a tener muchos hijos desempleados…

Frente a tal dinámica, se consideran los derechos reproductivos, cada vez más, como la piedra angular del desarrollo y como fundamentales para otros derechos fundamentales. Todos debemos poder decidir cuántos hijos y cuándo tenerlos, así como derecho a recibir información y acceso a los medios para cumplir las decisiones tomadas.

En enero de 2015, al terminar su visita a Filipinas, abordó el papa Francisco el tema de la planificación familiar con trascendentales comentarios. Infortunadamente, los medios de comunicación no han divulgado sus novedosas doctrinas para racionalizar la explosión demográfica que tanto ha contribuido a la violencia en numerosos países de Latinoamérica. Recordemos algunos apartes de su intervención.

“Los buenos católicos no necesitan reproducirse como conejos, deben ellos en cambio practicar una paternidad responsable. No, la paternidad es responsabilidad”. “Los expertos recomiendan hasta tres hijos por familia”. “Reconozco la existencia de muchos medios de planificación aprobados por la Iglesia Católica que pueden asegurarles a las familias que tengan tantos hijos cuantos deseen”. “Dios nos ha dado los medios para ser responsables”. “Ninguna institución externa puede imponerle sus criterios a las familias”. “Calificó de irresponsable a una señora que le dijo que había tenido siete hijos por medio de cesáreas y que estaba esperando el octavo”.

Entiendo que en la Iglesia Católica ya hay sectores importantes que afirman que elegir un método de planificación familiar es un derecho de los esposos y que ninguna institución religiosa o laica puede interferir en esta decisión.

Insisto, no podemos ignorar que en 1939 toda la población mundial sumaba 1.300 millones de personas. Hoy, 76 años después, China sola censa 1.300 millones y la población mundial asciende a los 7.400 millones, esto nos revela una tasa de crecimiento anual de la población de 2,3% e implica una duplicación de tal población cada 31 años.

Colombia censaba en 1939 unos 9 millones de habitantes, el Dane nos estima hoy en 48 millones, más unos 5 millones de Colombianos que viven hoy en Venezuela, Estados Unidos y Europa, esto es, sumamos 53 millones aproximadamente, hemos crecido también al 2,3% por año y también nos hemos duplicado cada 31 años, como buenos conejos.