En un acto histórico y contra todos los pronósticos, el conservatismo Colombiano eligió en su convención Nacional como Candidata a la Presidencia de la Republica, para el periodo del 2014 al 2018 a la exministra de Defensa Martha Lucia Ramírez, con lo cual se rompe la coalición santista que mediante la mermelada que se repartía entre parlamentarios azules, buscaba cooptar al partido de Caro y Ospina, para su reelección, pero como se ha dicho, el pueblo es superior a sus dirigentes y las bases Conservadoras echaron por la borda las intenciones de Santos, mostrando dignidad y decoro por la claudicación del actual Gobierno ante los terroristas de las Farc que son guiados por el castro-chavismo que busca envilecer a nuestros pueblos con el Socialismo del Siglo XXl, receta abyecta del marxismo leninismo para dominar a Latinoamérica.
Martha Lucia Ramírez con la candidatura única del conservatismo entra a la lucha por el primer puesto del Estado, al lado del Santos que va por su segundo mandato, Oscar Ivan Zuluaga del Uribe Cetro Democrático, Clara López del Polo, Aida Abello de la UP y posiblemente Enrique Peñalosa de los Verdes, en esas condiciones lo lógico sería armar una coalición de centro para contrarrestar a los sectores de la extrema izquierda o afectos a la entrega del país al terrorismo de las Farc como le sucede al gobierno, eso en caso de una segunda vuelta, o si por el contrario se forma una especie de Salvación Nacional antes de la Primera vuelta entre el uribismo y el conservatismo para pisar fuerte con un solo Candidato, lo cual sería lo más obvio frente a la coyuntura electoral, para que la Libertad y la Democracia brillen.
Es indudable que la mermelada que repartió el Gobierno a algunos congresistas del partido Conservador, no tuvo los efector requeridos, pues la disciplina para perros con la querían manejar la Convención fue desbordada por la dignidad de la mayoría de asistentes, que no podían permitir que esa colectividad deje de ser una opción de poder, así que los obcecados reeleccionistas fueron derrotados por el talante abrumador de un partido que ha hecho gran parte de la historia republicana y que en esta ocasión supo percibir el momento político, para liberar a Colombia de un totalitarismo que busca dominar a la Nación por la claudicación de Santos en los diálogos de La Habana.
La contienda electoral se torna bastante interesante, con la presencia de la candidata conservadora y se tiene que acumular fuerzas por parte de los demócratas para evitar una reelección que llevara al país a una rendición ante el narcoterrorismo, resaltando que la interacción entre el uribismo y el conservatismo hará contraer a los enmermelados, los cuales no los mueven ideales sino apetitos.
Dentro de la multiplicidad de partidos y movimientos que se enfrentaran en los debates electorales del 9 de marzo y 25 de mayo, se debe de privilegiar aquellos que han sido coherentes con la Seguridad Democrática del Expresidente Uribe, subrayando que Martha Lucia Ramírez como Ministra de Defensa, en 2002 comenzó la gesta liberadora del terrorismo fariano bajo la orientación del gobierno de esa época, por lo tanto la Candidata tiene muchos pergaminos en materia de seguridad que es el primer mandamiento de un Estado moderno, para que la convivencia Ccudadana sea una realidad y con ello se busque el desarrollo económico armónico, alcanzando la verdadera Justicia social.
Los diálogos en La Habana no pueden ser sempiternos, por eso para continuarlos en el próximo gobierno se deben hacer varias exigencias como el de un cese unilateral de fuego verificable y sin condiciones de parte de la guerrilla, la devolución de todas las niñas y niños que se encuentren en sus filas, el retiro de las minas antipersona y la devolución o información precisa sobre los secuestrados que aun no aparecen y cayeron en las manos de las Farc, esto con miras a la desmovilización y el desarme del grupo terrorista, poniendo plazos prudenciales, sin olvidar que paz sin Justicia no puede haber, pues la narcoguerrilla se encuentra inmersa en crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad, que no prescriben ni son indultables de acuerdo al Estatuto de Roma del cual Colombia es signataria, en esas condiciones un eventual gobierno de Martha Lucia Ramirez debería ser dentro de un pacto Nacional para alcanzar la paz sin impunidad.
