El Petro caos XVII

Para mis amigas que no creen que Colombia ya se encuentra en Venezuela, el Petro caos bogotano es el mejor espejo. Parece más increíble, como dirían Fernández y Fernández en Tintín, que un alcalde que vivió un proceso de revocatoria, fue sancionado por la PGN y embargado por la Súper, multas que no ha cancelado, se sostenga en el poder como si nada hubiera pasado. ¿Cómo hacen estos gobiernos comunistas para mantenerse en el poder? ¿Será que cuentan con asesoría del elephant man?

Basta con ir a la depresiva Plaza de Bolívar, pobre Bolívar si viviera para ver lo que está pasando, para contemplar el templete cubano montado por Petro con carpas rojas junto con unos oscuros personajes de brazalete venezolano chavista y un equipo de sonido del cual emiten sonoras y ruidosas arengas a la revolución cubana. Minambiente debería multarlos por contaminación auditiva.

Según Roberto Suárez Shool en el portal pulzo.com, “es triste ver como el Polo Democrático ha frenado el desarrollo de Bogotá”. Yesid Lancheros, en el Tiempo.gov.co, denunció desde el 14 de agosto del 2014 la famosa máquina de Tapahuecos. A su vez, Santiago Valenzuela en El Espectador.com, desde junio del 2014, investiga sobre la “incierta recuperación del Hospital San Juan de Dios”.

Pobre Bogotá infrahumana, como dice un amigo costeño. Si no son los de Fecode o cualquier actividad sindical que llega a la Plaza de Bolívar, son las obras. La Cra 7, la Cra 4, al igual que la NQS obra diseñada por Lucho, contratada por Samuel y ejecutada por Petro, como para qué más. En la calle 170, costado occidental de la Autopista hay una obra que lleva por lo menos dos años en ejecución. Para pavimentar 200 metros de una calle, 155 con Cra 9, llevan dos meses.

Y, si no son las obras, son mis amigos los “capuchos” de las universidades públicas. Ante la indiferencia de la ministra de Educación, Parody, los anarquistas y el consumo de drogas interno se las tomaron. En los laboratorios de química, como que les enseñan muy bien los componentes de las bombas “papa”.

Y, si no son los amigos “capuchos”, es el día sin carro Y, el P.O.T. Qué desorden. Y, la “clase” política bogotana tiene sus velas en este entierro. Tanto el Concejo, que no sirve para nada, como Galán chiquito, Luna David, Peñalosa, el vanidoso. Y, ni hablar del peluquín de Hollman Churris. Bellos durmientes. Con tal que no gane Pacho Santos harán cualquier cosa.

Y, a Transmilenio ya no le cabe ni un arroz parado.  Petro, al igual que JMS Kerenski, vive en una urna de cristal mientras la ciudad, y el país, se dirigen al abismo.

Puntilla. Silenciosos y eficaces hidalgos Zuleta y Jaramillo quienes cuidan la espalda de la mesa de los Santos. Que nos digan don Juan y don Sergio ¿qué está pasando?

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