No conozco en la historia colombiana de un Presidente tan adicto a la mentira como Juan Manuel Santos, compite ganándole al Presidente Samper y sus 8000 mentiras, pero Samper mintió para sobrevivir, lo cual obviamente no lo justifica, pero Santos miente por afición.
Desde el momento de su juramentación se le vieron las costuras a Juan Manuel Santos, cuando lanzó la idea de que tenía “la llave de la paz” y citó los inamovibles para utilizarla: exigía de las Farc cesar los secuestros, detener los ataques a la población civil y no seguir reclutando menores.
Meses después se sabría la gran mentira: el Presidente Santos a través de su hermano Enrique, tenía conversaciones secretas con las Farc para iniciar los diálogos, cosa normal, pero lo inadmisible es que se utilizó la “ llave de la paz” cediendo el Presidente Santos en los inamovibles, en La Habana hay una Constituyente de facto, en donde el gobierno Santos pacta reformas institucionales, y le da absoluta impunidad y elegibilidad a los narcoterroristas, mientras las Farc continúan asesinando inocentes, secuestrando y extorsionando, aterrorizando poblaciones y reclutando menores, además de que a las niñas se les esclaviza sexualmente y se les obliga a abortar.
El Presidente Santos le mintió descaradamente al país al prometerle continuar la Política de Seguridad Democrática y al no más iniciar su período dar un viraje de ciento ochenta grados, para arrodillársele a las Farc dándoles un marco jurídico de impunidad y concertando unos diálogos en las más serviles condiciones; obvio que Juan Manuel Santos traicionó el mandato que el pueblo le dio al elegirlo.
Esta traición al mandato popular obligó al Expresidente Uribe a reaccionar liderando la oposición al Presidente mentiroso y conformar un gran movimiento político que con toda seguridad retomará el rumbo en las elecciones legislativas y presidenciales del 2014.
Resulta que frente a esta dinámica política, ahora el Presidente mentiroso, no conforme con el rosario de mentiras que le ha propinado al pueblo colombiano para justificar su traición señala que “él no es títere de nadie”, queriendo decir que no se dejó del Expresidente Uribe y que para no ser su títere de éste fue que traicionó el mandato popular.
Qué gran falacia ésta aseveración del Presidente mentiroso, fue precisamente por su vanidad y ambición de poder que Santos le ha mentido insistentemente al país, y continuar la Política de Seguridad Democrática, no es ser títere de Uribe, sino obedecer un mandato para el que fue elegido y hacer lo máximo por el bienestar de la patria.
Pero la verdad es que precisamente el Presidente mentiroso sí es un títere y de muchos, a saber:
1) Es títere de los narcoterroristas de las Farc, pues por su vanidad y ambición de poder ( Nobel de la Paz, reelección o cargo internacional) les quiere entregar la soberanía y la defensa del territorio a estos asesinos de lesa humanidad.
2) Es títere de la tiranía venezolana, antes de Chávez y ahora de Maduro, pues es ésta la que le asegura la mesa de diálogo en La Habana con los narcoterroristas.
3) Es títere de los manzanillos de los partidos de la “Mesa de Unidad Nacional”, pues tiene que complacerlos en todo, para asegurar su aprobación de la genuflexión presidencial ante el narcoterrorismo.
4) Es títere de los operadores de la guerrilla que en todo el territorio nacional promueve disturbios y paros violentos, pues no puede ponerles orden porque se le desarma la manguala con las Farc.
5) Es títere de los grandes centros de poder y medios de comunicación a los cuales los unta de “mermelada” para que no denuncien el desastre de su acción gubernamental, no solamente en lo que respecta al contubernio con los narcoterroristas, sino en el estado general del país. Lo cual tomaría demasiado espacio comentar aquí.
En fin el Presidente mentiroso no se conforma con traicionar el mandato popular, mentir reiteradamente al país, sino que justifica su desastre indicando que no es títere de nadie, cuando es títere, de cómo se dice popularmente medio mundo.
Director del Blog Debate Nacional
