El tsunami de impunidad que se avecina por el Sí

Miren lo que se nos viene encima por culpa de un gobierno arrodillado.

Desde que se inició hace años el proceso de impunipaz con el grupo terrorista Farc dije que todos queremos la paz pero no a cualquier precio. Dije también que el proceso planteado era pésimamente diseñado, indignamente ejecutado, especialmente inoportuno y peligroso porque generaría más violencia que la que intentaba evitar.

Un gobierno indigno y vanidoso que confundió la paz con el apaciguamiento, se dejó involucrar en un proceso de genuflexión a un grupo delincuencial al que se le cumplen sus demandas, o sigue delinquiendo, matando, violando y secuestrando. Eso no es paz, es extorsión.

Pero como el gobierno convirtió un “medio”, como la paz, en un “fin” personal, con tal de cumplirlo puso todo patas arriba, corrompió la ley y la amasó a gusto del delincuente, cayendo en una espiral creciente de beneficios, en vez de castigos, a quienes la violan.

Con semejante bacanal de impunidad y beneficios a delincuentes será bueno saber qué va hacer el gobierno con esta “perla” que a continuación pongo para consideración: El artículo 63 del acuerdo con las autodefensas ilegales dice: Ley futura más favorable. Si con posterioridad a la promulgación de la presente ley, se expiden leyes que concedan a miembros de grupos armados al margen de la ley beneficios más favorables que los establecidos en esta, las personas que hayan sido sujetos de mecanismo alternativo, podrán acogerse a las condiciones que se establezcan en esas leyes posteriores.

¿Entienden el tsunami que se avecina por culpa de este gobierno arrodillado?

Si a unos delincuentes los van a volver senadores y enjuiciarán mediante corte diseñada por ellos a quienes consideren sus adversarios, les garantizarán impunidad, participarán en política sin devolver sus enormes fortunas ilegales, no repondrán a las víctimas porque ni son victimarios ni “tienen un solo peso”, obligaron desmantelar a las fuerzas militares y a cambiar su doctrina, no retirarán las miles de minas antipersona que sembraron y serán 5.000 soldados quienes perderán sus vidas, manos, ojos y piernas intentando hacerlo; entonces ¿por qué otros bandidos, igual de perversos pero que no se autodefinen como guerrillas, no querrán exigir lo mismo?

Con semejante orgía de impunidad y beneficios, por qué tendría que extrañarnos que en unos meses veamos a otros grupos delincuenciales, unos que se hacen llamar guerrilleros y otros bandas criminales, aunque la diferencia es solo de nombre, pidiendo acuerdos y condiciones iguales, extorsionando al país para quedar impunes si no hacemos lo que desean.

Apoyar con el Sí al gobierno y a un grupo narcoterrorista en el plebiscito, es el peor error que Colombia pueda cometer en su historia. Y eso no significa que nos guste la guerra, como intentan acusarnos sin argumentos.

“Por la paz no se vota, lo que se vota es si el acuerdo es bueno o malo”. Y este es el “peor” acuerdo que un país decente y demócrata puede tener. Exijamos un acuerdo digno que no inviabilice el futuro de Colombia al dejar el mensaje que “ser pillo paga” y ser decente es para los tontos.

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