Eln y disidencias de las Farc generan temor en Arauca

La reciente muerte de dos uniformados de la Policía Fiscal y Aduanera en manos de sicarios en el puente internacional José Antonio Páez, frontera entre Arauca y Venezuela, develó un panorama de terror en el territorio araucano y puso a hablar a las autoridades de otros hechos violentos, que estaban pasando desapercibidos en esa zona del país.

Hechos

En un video quedó registrado justo el momento cuando al mediodía del 18 de febrero de 2019, dos hombres caminaban sobre el paso fronterizo hacia donde se encontraban los uniformados prestando el servicio regular de guardia. Al llegar a su objetivo, los sicarios dispararon sobre los policías sin mediar palabra y luego emprendieron la huida hacia un asentamiento ilegal.

Dos días antes, el comandante de la Fuerza de Tarea Quirón, Arnulfo Traslaviña, advertía sobre el atentado en contra de una patrulla militar en la vía que conduce de Tame hacia Arauca capital, entre los centros poblados de Flor Amarillo y Puerto Jordán. En el ataque terrorista resultaron 11 soldados heridos, cuatro de ellos con heridas graves.

Esa misma noche autoridades de Tame, Saravena y Puerto Jordán, reportaban la muerte de seis personas, entre ellas dos ciudadanos venezolanos, en diferentes circunstancias, pero con un antecedente en común. 48 horas antes circulaba un panfleto por diferentes medios y firmado por disidencias de las Farc. En él, se declaraban objetivos militares diferentes grupos poblacionales.

La dosis de horas de horror se completó con la retención de cinco personas, que fueron obligadas por hombres armados a cruzar la frontera con dirección hacia Venezuela y posteriormente liberadas. Sumado el ataque con granadas a la estación de Policía y a las instalaciones de la Fiscalía y el Ejercito en el municipio de Tame, donde no se registraron víctimas.

Responsables

Para el gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, los últimos días de zozobra que han vivido cientos de ciudadanos araucanos, tienen nombre propio y una macabra unión entre disidentes de las Farc y miembros del Ejército de Liberación Nacional, Eln. Con el objetivo de generar acciones en conjunto contra todo lo que les impida su operación delictiva, y eso incluye la Fuerza Pública y la población civil.

“Esa ola de asesinatos en el territorio tiene una connotación y es un anuncio que vienen realizando estos grupos irregulares, de una arremetida dentro del departamento. Todo por tener el control del contrabando en las trochas y pasos fronterizos”, señaló el mandatario local.

En el caso de los dos uniformados, se conoció recientemente por parte de las autoridades, que quien estaría detrás de su muerte es Gustavo Aníbal Giraldo alias Pablito, cabeza del Eln en Arauca. La orden del jefe guerrillero se daría como represalia por el decomiso que realizó la Policía Fiscal y Aduanera de alimentos de contrabando que pretendían ingresar al país.

Otra de las situaciones que delata a la mafia del contrabando en la zona de frontera de este departamento, son los cuerpos sin vida de ciudadanos colombianos y venezolanos, que cada semana hallan las autoridades en las trochas ilegales a lo largo de esta línea fronteriza.

Según la secretaria de Gobierno de Arauca, María Castellanos, la actual administración viene advirtiendo de este panorama desde meses atrás, sin tener eco en el Gobierno Nacional.

“Desde hace seis meses se hizo una solicitud por escrito a los ministerios de Defensa y del Interior, y a la comandancia de las fuerzas militares. Hoy reiteramos ese llamado de mayor apoyo a la Fuera Pública local. Este es un caso particular porque Arauca está inmersa en una zona roja y no sentimos ese respaldo desde el nivel central”, aseguró Castellanos.

Medidas

Para combatir la criminalidad y la barbarie de estos grupos armados, autoridades locales y Migración Colombia adoptaron nuevas medidas que empezarán a regir de manera permanente en los límites por río y tierra entre Arauca y Venezuela.

Una de esas medidas se impartirá sobre el puente internacional José Antonio Páez, en donde el Ejército y la Policía determinaron trasladar las carpas de ayuda humanitaria por parte de cooperación internacional, hacia otros lugares del paso fronterizo. De esta manera intentan despejar la zona para mayor visibilidad de las autoridades.

Frente al ingreso de ciudadanos del vecino país, Migración Colombia, en cabeza de José Gabriel Jiménez, director de la entidad en la Orinoquía, trasladó su puesto de inspección 50 metros más cerca del lado venezolano, para realizar un mejor control al flujo diario de personas que transitan por allí.

“En coordinación con el Ejército y la Policía, vamos a incrementar las labores de verificación y control de permanencia de extranjeros que realizamos a través del Grupo Especial Migratorio, GEM. Esto es fundamental para determinar que los permisos de los titulares extranjeros cumplan con los requisitos, para los cuales fueron expedidos”, agregó Jiménez.

Actualmente 13 funcionarios de la entidad migratoria ejercen labores en esa zona de frontera. Allí se registra un movimiento diario entre mil y 2 mil personas, quienes también viven en zozobra por las recientes acciones generadas entre disidentes de las Farc, Eln y mafias del contrabando.

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