Empeora la balanza comercial

Antes que mejorar, la situación de la balanza comercial continúa deteriorándose. El déficit ya alcanza niveles históricos. Mientras el ajuste económico hace la tarea, urge acelerar la promoción de exportaciones.

A medida que el año 2015 llega a su fin, la situación de la balanza comercial del país no presenta aún señales de mejoramiento. Por el contrario, las últimas cifras reveladas por el Dane indican que en los primeros diez meses del año el déficit comercial fue de 12.894,9 millones de dólares.

La previsión de algunos expertos es que al final del año dicho déficit se ubique entre los 13.500 y los 15.700 millones de dólares. Según Bancolombia, esto implica que la cuenta corriente de la balanza de pagos continuará estando afectada, llevando a mayores ajustes que terminarán presionando aún más la tasa de cambio.

Ello, en un entorno internacional que no muestra señales claras de una recuperación generalizada y en donde el precio del petróleo mantiene su tendencia a la baja, lleva al Banco de la República a afirmar que se presenta “un mayor deterioro de los términos de intercambio, del ingreso nacional del país y del déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos”.

En octubre de 2015 las exportaciones colombianas sumaron 2.713 millones de dólares, lo que representa una caída de 36,9 por ciento en comparación con igual mes del año pasado. Al descomponerse estas entre tradicionales y no tradicionales se encuentra que las primeras disminuyeron 47,4 por ciento y las segundas 13,4 por ciento.

Dado que una parte muy importante de la canasta exportadora del país está representada por bienes básicos (como petróleo, carbón y café) y que estos mantienen sus bajas cotizaciones, no extraña que, durante los últimos 12 meses, se presente una contracción del volumen (11,1 por ciento) y el valor (33,6 por ciento) del total de las exportaciones.

Esto pone de presente que, a pesar de la fuerte devaluación del peso, hay factores que impiden la recuperación de las exportaciones. Algunos analistas consideran que, por ejemplo, para aquellas actividades transables que utilizan materias primas importadas en sus procesos productivos, la devaluación les ha encarecido los costos. Igualmente, se indica que la crisis del comercio internacional y latinoamericano dificulta la concreción de nuevas oportunidades.

Al tiempo que las exportaciones se contraen, las importaciones totales del país también lo hacen pero a un ritmo mucho menor, dando lugar al progresivo deterioro de la balanza comercial.

Según el Dane, a octubre de 2015 las importaciones sumaron 4.515 millones de dólares. Ello representa una reducción de 22,8 por ciento con respecto a igual mes del año pasado. Para el período enero-octubre la caída de las importaciones fue de 14,2 por ciento.

La disminución de las importaciones se dio en casi todos los grupos de productos, destacándose las reducciones de los bienes de origen mineral y combustibles (-42,4 por ciento), de los productos industriales (-20,7 por ciento) y de los de origen agropecuario (-17,0 por ciento).

Ello constituye una manifestación de que el ajuste económico está impactando las compras de los hogares (como es el caso de televisores, equipos de sonido y vehículos) al tiempo que facilita la sustitución de importaciones por bienes producidos internamente. Este proceso, que cada vez toma mayor aliento, empieza a reflejarse en el comportamiento favorable de algunos sectores industriales.

La delicada situación de la balanza comercial del país constituye un riesgo latente para la estabilidad macroeconómica. Ello debería llevar al Gobierno a acelerar la ejecución de las políticas de promoción de exportaciones y de desarrollo productivo.

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