Dios se apiade de Colombia, un país donde desde el presidente para abajo (quien parece que renunció a su deber constitucional de proteger la vida, honra y bienes de los ciudadanos) no respetan la ley…

La delincuencia desbordada, porque los jueces y las autoridades dan la impresión de no perseguirlos, la guerrilla puede hacer toda clase de atentados con la certeza de no ser perseguidos, los jefes de las Farc tranquilos en Cuba celebrando su balance económico, con un 40 % de incremento en la producción de su producto principal, la coca. Y la guerrilla no desaprovecha la papaya que el gobierno les da…

La inseguridad en el país da miedo. A lo largo y ancho del país hay incertidumbre. Paralelamente, con los múltiples atentados de la guerrilla en toda Colombia, aquí en Antioquia la inseguridad aumenta día a día. En el Oriente antioqueño, especialmente en Rionegro, los atracos se han vuelto comunes. Por ejemplo, en una finca cerca al aeropuerto, entraron 10 hombres armados a las 7 p. m. y les robaron todo, todo y cuando ya los tenían amarrados llamaron por celular y los recogieron. Me cuentan las autoridades que en este año, hasta el 30 de junio, llevaban 56 fincas atracadas. Y hasta el momento no se ven soluciones oficiales. Además cuentan que la delincuencia ya empezó sus fechorías en el Suroeste, sin mencionar los atentados en el Norte.

Ninguna sociedad ha logrado progresar si no es con base en un compendio de leyes que garanticen la sana convivencia de todos sus ciudadanos y que responda que serán cumplidas so pena de castigos severos que hagan pensar dos veces a quien desee violar dichas leyes. Y en nuestra querida Colombia las leyes ya son un hazmerreír total.

Las libertades de todos nosotros se han perdido frente a las concesiones con las que todos los delincuentes cuentan hoy. Penas irrisorias por delitos atroces, rebajas inmensas por cualquier razón y a los pocos días en la calle otra vez disfrutando el botín y recogiendo más.

Mientras tanto, según el nuevo tratamiento que Santos sugiere para llamar a la guerrilla, el nuevo ministro de Defensa no llama al secuestro, secuestro, sino “retención indebida”, ademas suspendió los bombardeos y las operaciones ofensivas en un 100 %…

Pero eso sí, hay de que un soldado o policía o un uribista dé papaya, así sea con la mejor intención del mundo, seguramente terminará sus días en una cárcel, sin rebajas, sin derechos humanos, sin juicio justo, con testigos falsos y comprados; sin atenuantes recibirá la más alta de las condenas que deberían tener los verdaderos delincuentes…

Nota. La reciente encuesta de La República entre Empresarios sobre Santos y su gabinete da grima: el Primer Mandatario saca 3.0; solo 6 ministros obtuvieron entre 3.0 y 3.3 y los demás 10 perdieron el año. Empezando por el jefe de Estado, todos ellos, por decoro, deberían renunciar. El único que se salva, Germán Vargas con 3.5, es el llamado a salvar este período.