Encrucijada de Grecia

Harto trabajo y mucho manejo de las cifras le costaron a Grecia su ingreso a la órbita del euro. Tampoco van siendo menores los esfuerzos traumáticos de renunciar a ella.

Estaba madurando una serie de reflexiones crepusculares sobre las limitaciones y dificultades de sobrellevar lúcidamente esta etapa de la vida humana, un poco de la mano del precioso librillo De senectute, del sabio profesor italiano Norberto Bobbio, cuando apasionantes sucesos del mundo y la propia Colombia me arrancaron de las meditaciones y me restituyeron al curso apasionante de los acontecimientos.

Tales la ruptura de Grecia con el Fondo Monetario Internacional y, en general, con la zona del euro por una parte y, por otra, la voladura de tramos muy significativos de la infraestructura colombiana de la industria petrolera por acciones terroristas de las Farc, sin perjuicio del mantenimiento de los diálogos en La Habana. Cuestión esta última de competencia irrenunciable de las autoridades superiores del país.

Lo de Grecia en la actualidad es, desde luego, de mucho más vasto radio de repercusión que lo nuestro de Colombia, allá por las postrimerías de 1966 y el rayar del año de l967, antecedentes algunos con sesgo digno de rememorar a propósito de la presente coyuntura económica europea. Las reservas netas internacionales, hacia el mes de octubre de 1966, habían sido francamente negativas en la suma de 134 millones de dólares, o sea con pasivos exigibles superiores a las disponibilidades, y, sin embargo, existía y subsistía el régimen de cambio libre.

En consecuencia, cualquier filtración de la situación crítica de la balanza colombiana de pagos habría llevado a nuestro peso, en relación con el dólar, a niveles astronómicos. La urgencia del control de cambios saltaba a la vista, pero ello habría de implicar reminiscente ruptura con el Fondo Monetario Internacional y bloqueo de la totalidad de los créditos externos, empezando por los de la poderosa economía de Estados Unidos.

Así ocurrió, y habría de durar alrededor de seis meses. Al cabo de los cuales las impresionantes realizaciones de Colombia indujeron al director-gerente de ese organismo en ese entonces, Pierre-Paul Schweitzer, a levantar el cerco implacable y a reanudar las más cordiales relaciones con Colombia. Con cuanto ello implicaba en renovada ampliación del radio de acción financiera para el inmediato futuro.

Por tanto, lo de Grecia lo entendemos bien, dado este antecedente de haber probado en altas dosis la medicina con que ahora se la amenaza o de hecho se la sanciona, en respuesta a su disidencia. Harto trabajo y mucho manejo de las cifras le costaron su ingreso a la órbita del euro, dejando atrás su propia moneda del dracma. Tampoco van siendo menores los esfuerzos traumáticos de renunciar a ella, precisamente cuando el euro se flexibiliza y trata de convertirse en moneda competitiva, como el dólar estadounidense.

Mientras estuvo cerrada la posibilidad de devaluar y se quiso hacer desde dentro, a golpes de austeridad y desempleo, el costo social de soportar su carga fue enorme, según lo observamos a través de las cifras y las circunstancias de desocupación en la misma Grecia, en España, Portugal, Italia y Francia. Toda una concepción, de la cual da trazas de empezar a retirarse, paulatinamente, el bloque original de la misma zona del euro. No obstante, mientras duró y siga durando, naciones y pueblos han debido pagar altísimo precio.

Grecia, en primerísimo término, la que primero ha dado su brazo a torcer, aparentemente por habérsele agotado, en el tramo final, su capacidad y voluntad de sacrificio. Amargo dilema el que ha debido afrontar: si continuar a bordo sufriendo las secuelas de severas restricciones o si lanzarse al agua, desafiando por cuenta propia riesgos y soledades. Solo ella, en su propia tierra, puede tomar esta importantísima, si no grave decisión, en materia tan complicada. A su hora ineluctable, debió hacerlo Colombia, muchos años atrás, en su propio patio.

Share on facebook
Facebook
Share on google
Google+
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Buscar

Facebook

Ingresar