ENTONCES JUAN MANUEL YA NO ES SANTOS

Después de casi cuatro años de gobierno, el Presidente de la República decide lanzarse a la reelección como un candidato nuevo, sin pasado alguno. Nada para recordar. Su campaña solamente habla de Juan Manuel y no aparece la figura ni el nombre de Santos por ningún lado, como si se tratara de dos personas distintas.

Pero, ¿quién es en verdad Juan Manuel?, ¿acaso no es el mismo Santos que conocimos durante este cuatrienio?, el de la falta de ejecutorias gubernamentales y exceso de promesas. Pareciera que el candidato presidente y sus estrategas publicitarios fueran conscientes de que la imagen de Santos está desgastada, y ahora se inventaron a un Juan Manuel en las vallas de campaña política, sin foto; y sin mencionar más la palabra "prosperidad", porque esa nunca llegó durante este gobierno.

Es que Juan Manuel ya no puede ser Santos; el que prometió autopistas de doble calzada con túneles y puentes; prosperidad para todos y un pronto acuerdo de paz con la guerrilla; anuncios que no se materializaron durante este mandato. Por eso Juan Manuel pretende llegar sin que lo recuerden por su gestión.

A Santos le protestaron los cafeteros, los arroceros, los paperos; y sectores sociales del país pidiendo justas reivindicaciones para el agro, la educación, la salud y el transporte, entre otros. Sin embargo, para todos hubo promesas, y ahora el candidato Juan Manuel pide más tiempo para llegar a millones de colombianos, que sí necesitaban de un mandatario que oyera y resolviera sus necesidades en ese momento.

Juan Manuel busca seguir gobernando, pero sin que lo confundan con Santos, el de las locomotoras de la prosperidad que nunca arrancaron y quien dejó deteriorar la seguridad del país. Santos tampoco tuvo criterio para pedir respeto a los Derechos Humanos y la libertad de prensa en Venezuela. Quién sabe qué pensará sobre esto, el candidato Juan Manuel. Y qué dirá también este de la absurda privatización de Isagén. Por fortuna el Consejo de Estado decretó medidas cautelares de urgencia para suspender, de manera provisional, la subasta de la empresa estatal.

Por todo este pasado reciente, las diferencias entre Juan Manuel y Santos no prometen ser grandes, y aunque digan que los colombianos no tienen memoria, seguramente sí la tendrán… esta vez para no dejarse confundir con dos nombres y un solo candidato verdadero.

Juan Manuel es el Santos de siempre, apoyado con timidez por unos partidos políticos llamados de unidad nacional, y con una propaganda que no tiene rostro en su campaña… solo palomas de colores y una frase discordante que se neutraliza por sí misma: "hemos hecho mucho, y falta mucho por hacer".

Pues si el Presidente ha "hecho mucho", como lo dice en su eslogan de campaña, no se entiende por qué las encuestas le dan un alto porcentaje de imagen desfavorable, y si le "falta mucho por hacer"… la baja popularidad de Santos no le ayudará a Juan Manuel para recuperar el tiempo perdido.

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