Ernesto “che” Guevara era un psicópata

Hace algunos días se cumplió el aniversario 88 del nacimiento del guerrillero argentino, Ernesto “che” Guevara quien junto a los hermanos Fidel y Raúl Castro se tomaron el poder en Cuba el primero de enero de 1959. El “che” Guevara murió el 9 de octubre de 1967 a manos del ejército boliviano, convirtiéndose por obra y gracia del aparato propagandístico del régimen cubano en el símbolo del “guerrillero heroico” y mediante un montaje fotográfico en el emblema de la rebeldía, manipulado por la fementida marxista leninista, especialmente en Latinoamérica y en algunas partes de Europa.

Pero el “che” Guevara cuya efigie a adornado los uniformes durante varios años de guerrilleros de las Farc y el Eln, fue un asqueroso criminal que en una carta que le escribió a su padre después de haber mandado fusilar en Cuba a un prisionero, le decía: “tengo que confesarte papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar” semejante afirmación es propia de un psicópata que solo es producida por el odio del adefesio marxista cuyo principios medulares son el de la violencia como partera de la historia y el de la lucha de clases como un ajuste de cuentas o vendetta al mejor estilo de la mafia, y no es que el marxismo sea solamente un guía para la acción, como dicen algunos despistados, sino que sus dogmas conducen a que muchos de sus miembros se crean predestinados por las enseñanzas supersticiosas de esa doctrina infame, para avasallar y matar a los demás, teniendo como ejemplo patético al “che “Guevara.

Al tristemente célebre guerrillero argentino, se le conoció desde que estaba en la Sierra Maestra combatiendo al lado de Fidel Castro, su inclinación desaforada por el crimen, por ello en una carta que le envió a su esposa de ese entonces una peruana llamada Hilda Gadea, decía que estaba en la manigua y que vivía sediento de sangre. Por su vesania se le conoció al “che” Guevara como el Carnicero de la Cabaña, ante la crueldad como dirigía los fusilamientos en esa fortaleza cubana, en los primeros años de la revolución, mostrando su carácter enfermizo, y fueron miles de cubanos los que murieron en ese lugar a manos del desalmado sátrapa argentino.

Era racista y homofobo, ya que en varias oportunidades no solo se pronunciaba en contra de los negros y los homosexuales, sino que también los perseguía, denotándose que el “mártir marxista” en su vida fue una persona inhumana y cruel en contra de los semejantes que no fueran de su agrado, lo cual fue muestra de la catadura moral de ese sujeto, que además le hacía exaltación al terrorismo cuando afirmaba: “¡ el odio es el elemento central de nuestra lucha! el odio tan violento que impulsa al ser humano mas allá de sus limitaciones naturales, convirtiéndose en una máquina de matar violenta y de sangre fría” ahí también queda patentado lo que fue ese falso apóstol de la causa social, que buscaba oprimir a los pueblos Latinoamericanos con el comunismo totalitario.

La patología marxista del “che” Guevara la demostraba además en el repudio que le tenía a la libertad de prensa, cuando eructaba la siguiente frase: “hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con la libertad de prensa” así que tener de icono a un personaje tan siniestro, como lo portan algunas gentes en su vestuario desconociendo la historia de esa rémora de la la democracia, es un ultraje al humanismo y a los progresos de la civilización, por ello no se entiende que en la Universidad Nacional de Colombia, su plaza principal lleve el nombre de ese psicópata, cuando han habido verdaderos mártires en Colombia a los cuales se les podría hacer un homenaje en la Universidad Nacional como son: José Antonio Galán, Jorge Eliecer Gaitán o José María Melo.

“Ante la duda, mata” esa fue la consigna del “che” en la Cabaña, ya que ese genocida nunca trato de ocultar su crueldad, por el contrario, entre mas se le pedía compasión, se mostraba más cruel. Del terrorista argentino se recuerdo su discurso en la ONU el 11 de diciembre de 1964 que con todo el cinismo del mundo afirmo: “Si hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando” por ello con semejante alimaña no se puede sino repudiar al marxismo quien es el que fabrica esos engendros para tomarse el gobierno de las naciones, condenando a los pueblos al envilecimiento mediante la esclavitud política.

Entonces el mito del “guerrillero heroico” con el “che” hay que mandarlo a la cloaca de la historia, enseñándole a las nuevas generaciones la catadura criminal de semejante bestia, rechazando la manipulación de la fauna marxista leninista que con el socialismo del siglo XXl y el foro de Sao Pablo, pretenden engañar sobre la figura de Ernesto Guevara de La Serna, subrayando que la burocracia neocomunista en Latinoamérica con Hugo Chávez en su momento, Nicolás Maduro, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y desde luego los hermanos Castro en Cuba, han buscado vender como referente de las luchas sociales a ese asesino; por ello en la lucha ideológica en contra del totalitarismo comunista lo primero que se debe hacer es bajarle del pedestal a sus “ídolos” porque con el debate fértil de las ideas se pone a temblar al marxismo, ya que no tiene la razón.

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