Farc aumentó sus ataques antes del cese el fuego

El anuncio de las Farc de un cese el fuego unilateral e indefinido, fue precedido por varios ataques de esta guerrilla en varias zonas del país, acrecentando la desconfianza y el escepticismo en los diálogos que se adelantan con el grupo subversivo desde hace dos años.

El ataque más severo se presentó ayer a las 4:18 a.m., cuando guerrilleros del frente Sexto de las Farc, apoyados por subversivos de la columna móvil “Jacobo Arenas”, se enfrentaron a soldados del Batallón de Infantería No. 8 Batalla de Pichincha. En esta acción ejecutada en la vereda San Pedro, Santander de Quilichao (Cauca), murieron cinco soldados, cinco más resultaron heridos y uno más desaparecido, el cual es buscado por soldados del mismo batallón.

“Teníamos información de que antes del inicio de la tregua unilateral iban a atentar contra la infraestructura vial entre Santander de Quilichao y Popayán, y contra una maquinaria que tenemos en una carretera entre las veredas Mondomito y San Pedro”, dijo el general Wilson Cháwez, comandante de la Tercera Brigada del Ejército.

El Comando de la Tercera Brigada responsabilizó del hecho alias “Óscar”, cabecilla de la quinta compañía de la columna móvil “Jacobo Arenas” y del Sexto frente de las Farc.

El presidente Juan Manuel Santos lamentó la muerte de los cinco soldados al expresar que “fueron cinco héroes que perdieron la vida cumpliendo con su deber”. Santos envió un mensaje de condolencia a las familias de los militares, cuya muerte se suma a la de otros cinco miembros de la Fuerza Pública que en la última semana murieron en diferentes acciones contra los grupos armados ilegales.

Dolor por el ataque

La muerte de los cinco soldados, y las lesiones causadas a los otros cinco, se suman a los ataques de las Farc en otras regiones del país como Antioquia, Valle del Cauca y Cauca.

En zona rural de Buenaventura, guerrilleros farianos dejaron sin energía a más de 400.000 habitantes de este puerto con el derribamiento de una de las torres de energía. Además, en otro episodio violento, las Farc volvieron a atentar contra la carretera Panamericana en la vía Popayán- Cali, kilómetro 47, a la altura del municipio de Caldono, en el Cauca.

Por esta razón, y luego del anuncio del cese el fuego, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, rechazó el asesinato de los militares y precisó que mientras el grupo subversivo pide perdón por la masacre de Bojayá, “por un acto terrorista asesina a cinco de nuestros héroes, eso no es tener voluntad de paz”.

Al término del ciclo 31 de las negociaciones, el presidente Santos celebró la decisión de la guerrilla. “Comienza un cese al fuego unilateral e indefinido por las Farc. Es un gesto positivo en dirección correcta”, dijo, sin embargo, en las regiones, estas acciones le restan credibilidad al proceso de paz que, según expertos, ingresó a la etapa final para terminar el conflicto armado.

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