Siento, como deber, escribir estas líneas, pues en Florencia todos somos espectadores. En una sala de teatro en la que presentaron al “folklore de los mediocres”, cuyo protagonista principal fue la administración municipal en cabeza de Andrés Mauricio Perdomo Lara, quien asesorado por un gerente bancario presentaron su comedia, mientras en la misma sala, se recordaban las palabras del filósofo Friedrich Nietzsche “lo que me preocupa no es que me esté mintiendo, sino que creas que te estoy creyendo”.
La muralla de la administración hay que construirla con coherencia, con ideas y con perseverancia, guardando y respetando principios y valores con la pluma y con la lengua, dando forma definida a nuestra intuición e impulsos, sin atropellar a nadie, reflexionado, siendo pausados y serenos; así es como crece y se nutre la acción de las ideas. Aparentar ser limpio, no es ser pulcro; llevamos apenas un poco de más de cien días de iniciado este gobierno municipal; ya han tenido momentos sin poder resistir a las tentaciones. La doctora Martha Patricia Ortiz Secretaria de Salud, se vio en la necesidad de renunciar, y no se ha informado el porqué.
Florencia no ha logrado superar todavía los terribles efectos del desgobierno de Susana Portela en el cuatrienio pasado cuando entra de nuevo a una etapa de crisis agravada por el coordinador del Centro Democrático quien también ha gozado de UTL del congresista conservador y ahora se convierte en secretario de educación municipal.
La situación alcanzó ribetes dramáticos, obligando a Daniel García Arizabaleta, funcionario del CD, a desplazarse a Florencia para tratar de apagar el incendio que ha causado este personaje patrocinado por Oscar Iván Zuluaga quien le cree todas sus barbaridades.
En el programa del Armonías del Caquetá, “Cómo atardeció Florencia”, se hizo una denuncia, parece por deshonestidad de este individuo y esa es la razón por la cual no podemos ser laxos ni cohonestar estos malos principios de una administración que tiene que ser pulcra, ya que el expresidente Álvaro Uribe Vélez no tiene por qué seguir cargando con el lastre de cualquiera que de la noche a la mañana se proclama ser su seguidor únicamente con el fin de sacar ventaja de esa aparente decisión.
Gentuza como este sujeto, cínico, frío, mediocre e indolente, es capaz “de cualquier cosa”, así como suena, de “cualquier cosa”, porque así fue como llegó a las posiciones que hoy ostenta, ya que este personajillo, aparentó bajo la bandera del uribismo una “fingida y honorable lucha”, cuando lo que parece procurar, es mantener a escondidas en el fondo de su baúl de iniquidades, una montaña de flaquezas, e infancias retorcidas, al airear su hipócrita conducta.
Pero este engendro, sigue echando escopetazos en contra de este servidor, ya que no es capaz de dar la cara, aprovechando a un vulgar que se las da de “médico”, (a sabiendas que no llega siquiera a yerbatero), por eso ahora a la administración la conocen como “folklore de los mediocres”, es apenas el prólogo de una administración de cuatro años.
