Gaviria: verdad, mentira o frustración (1)

Nada hay de extraño, en la furiosa reacción del expresidente Gaviria, en contra del hoy senador electo Álvaro Uribe Vélez, cuando totalmente desencajado por la realidad, lo trata de mentiroso e irresponsable ante los medios de comunicación; el escándalo en que resultó presuntamente involucrado su pupilo y candidato para todo, Germán Chica con J.J. Rendón, lo puso a gritar con sobrada razón. ¿Quién no sabe, de su larga relación amistosa y de negocios, que durante tantos años, los une en términos inseparables? Por un pelo, no nos lo impuso como Gobernador de Risaralda.

Ante la falta de ideas, viene bien ocupar la atención de los electores con una rabieta ridícula; la pobreza ideológica que agita no tiene presentación; aquí la única verdad es que, el expresidente Gaviria, célebre por los nefastos efectos de su apertura económica, por los nocivos resultados de la aprobación de la dosis personal y por los grandes errores cometidos en el pasado al gobernar, lo tienen ante la opinión pública nacional, como un personaje siniestro para la patria, que la historia registra con indiferencia y soledad. Hoy se posesiona como jefe de la campaña reeleccionista de Santos, a solo 7 días de las elecciones, creyendo poder hacerles el milagro de evitar, lo inevitable: impedir la derrota en el próximo debate electoral de Santos. Hecho bien difícil de lograr, pues ya es claro, que agita las banderas del agravio, las descalificaciones, las comparaciones odiosas, en vez de dar soluciones a los crónicos males que padecemos y que él ayudo a crear.

Verdad, es que la patria en este gobierno Santos, trasladó la sede de gobierno, para La Habana (Cuba), en donde sentado a la mesa de negociaciones con la subversión, presenta al mundo a los protagonistas de cinco décadas de terrorismo y desolación, como los más calificados personajes en los que se anida las soluciones a los crónicos males que nos agobian y que gracias a su largo palmares público y decisión, aparecieron y que no pudo solucionar. Digan que no: entre muchos otros cargos ocupados, fue ministro de las más importantes carteras en los últimos cinco gobiernos, primer designado de la nación, Embajador y Presidente de la República.

Si alguien, ha tenido oportunidad de liberarnos de semejante postración, ese es el hoy presidente Santos; pero claro, cómo habría de lograrlo, si se elige con unas ideas y gobierna con otras. Hoy cabalga como jinete del fracaso, agitando las banderas de la paz, afirmando que al firmarla con semejantes angelitos al interior de las instituciones, la nación se arropará con los plácidos abrigos de la prosperidad y el bienestar.

Los Risaraldenses, en su gran mayoría no compartimos, ni respaldamos en las urnas, tan descomunal acontecer. Lo respetamos, claro está, pero no nos resignamos ante el hecho de tener que convertir al votar, a los más demoledores verdugos de la patria, en sus padres conductores de la democracia y la institucionalidad. Verdad o mentira, la patria en manos de la subversión, como nos lo presentan y nos lo pretenden hacer creer a los electores, Santos, Gaviria, Juan Manuel Arango, Octavio Carmona, María Isabel, César Castillo etc; no es propuesta digna, ni conveniente para nadie. Todos vamos a votar en masa, temprano, para evitar que la patria quede en tan malas manos.

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