Hablemos de vallenato

Cuenta la historia que por allá en 1968, a Valledupar llegó procedente de Bogotá un prestigioso abogado liberal de 55 años -bisnieto del empresario costeño Sinforoso Pumarejo- a ocupar el cargo de primer gobernador del departamento del Cesar. Se trataba del doctor Alfonso López Michelsen.

Para la misma época, una joven de 28 años lideraba la iniciativa de impulsar la cultura de la música vallenata hacia el resto del país y del mundo. Estamos hablando de la escritora, política y gestora cultural Consuelo Araujo Noguera, conocida como la “Cacica”.

Eran los tiempos de aquellas famosas parrandas vallenatas debajo de un palo de mango en los patios de las viejas casonas de los Molina y los Pavajeau en Valledupar. Fue allí donde las canciones de un compositor de 42 años llamado Rafael Escalona inspiraron a Gabriel García Márquez para que luego escribiera un vallenato de 350 paginas llamado “Cien años de Soledad”.

Como las tres puntas de una pirámide, estos tres amigos –el político, la gestora cultural y el juglar- se unieron para crear el festival de música vallenata. Fue así como un 27 de abril de 1.968, en una improvisada tarima de madera, organizaron el primer concurso de acordeoneros con la participación de Emiliano Zuleta Baquero, Alejandro Duran, Luis Enrique Martínez y Ovidio Granados Duran.

Sobre este primer festival existe una anécdota bastante simpática y macondiana. Resulta que un grupo de asistentes daban por ganador al viejo Emiliano Zuleta y se lo llevaron a festejar anticipadamente durante toda la tarde, olvidándose que tenia que regresar a la tarima por la noche a competir nuevamente. Como al tercer llamado no apareció, lo descalificaron y con ello le despejó el camino a su mas fuerte contrincante, el gran Alejo Duran, quien con una magistral ejecución interpretó el son “Alicia Dorada” la puya “Mi pedazo de acordeón”, el paseo “La cachucha bacana” y el merengue “Elvirita”. El jurado que estaba integrado por Rafael Escalona, Tobías Enrique Pumarejo y Gustavo Gutiérrez Cabello entre otros, lo eligieron como el primer Rey Vallenato.

El éxito del evento fue tal, que el año siguiente hubo que ampliarlo a las categorías de acordeoneros aficionado, juvenil e infantil, y crear los concursos de mejor canción inédita y de la piqueria entre verseadores.

Como el doctor López se regresó Bogotá y Escalona se dedicó a cultivar algodón y arroz, a Consuelo no le quedaba otra alternativa que coordinar la organización del evento a través de la oficina de turismo del departamento. Poco tiempo después se dio cuenta que en lo público los problemas rendían mas que las soluciones y como ella necesitaba una entidad donde las soluciones rindieran mas que los problemas, decidió crear en 1.987 la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata con la cual pudo gestionar los recursos para construir un escenario de lujo –El Parque de la Leyenda Vallenata- para que mas de 25 mil personas pudieran disfrutar cómodamente la competición de los concursantes y los espectáculos musicales de las agrupaciones vallenatas y artistas internacionales.

Gracias a la brillante idea de Consuelo, López y Escalona, el próximo 29 de abril, los acordeoneros, compositores y verseadores, subirán a la tarima a competir por la corona número 47 del Festival Vallenato. Los anfitriones como los ilustres visitantes disfrutaran de tres días de buenas parrandas vallenatas y un buen Old Parr debajo de un palo e’ mango.

@indadangond

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