Hay que contener el Zika

El virus es un reto para los organismos de salud, departamentos y municipios.

Por las secuelas que puede dejar se requieren acciones decididas para cortar su transmisión.

Con más de 1.700 casos nuevos por semana en promedio, aunque en las dos primeras de 2016 han pasado de 2.000, el zika se propaga rápido.

Estamos, como dice el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, en la fase epidémica cuando los números crecen de manera exponencial.

En el país el zika ha enfermado a más de 13.500 personas a la fecha en 28 departamentos y 175 municipios, 22 de ellos en Antioquia. Es un número elevado al recordar que la primera detección se hizo en octubre pasado.

La enfermedad es transmitida por dos vectores, Aedes aegypti y Aedes albopictus, que transmiten además el dengue y el chikunguña.

Si bien al comienzo se consideró un problema menor, una fiebre más, la situación se ha complicado. Estudios en Brasil, donde más ha golpeado el virus, sugieren una relación entre contagio por zika en mujeres embarazadas y nacimientos con microcefalia.

La Organización Mundial de la Salud reportó que en la Polinesia francesa del brote de 2013 a 2014 se sugiere una relación con el Síndrome de Guillain-Barré, un trastorno autoinmunitario que afecta el sistema nervioso central, que también parece presentarse desde el año pasado en Brasil.

La agencia mundial considera que se necesitan más estudios sobre esos vínculos, pero llamó a extremar cuidados con mujeres gestantes.

Hasta ahora se ha detectado el contagio en 890 gestantes en el país, 5 de ellas en Medellín. Y el Ministerio de Salud acaba de reportar la notificación de 12 casos de personas con síndromes neurológicos del tipo Guillain-Barré asociados al zika.

El caso merece mucha atención y máxima alerta. Si bien los síntomas generales no son severos en la mayoría de quienes son afectados por el virus, su relación con aquellas enfermedades en neonatos exige prudencia y acción.

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, sugirió en días pasados a las mujeres que planeaban quedar en embarazo posponerlo hasta que el pico de la epidemia haya pasado. La OMS se abstuvo de hacer recomendaciones al respecto e invitó a redoblar las medidas de control.

La presencia del zika en nuestro medio vuelve a evidenciar el descuido ciudadano en la disposición de basuras, que permite la acumulación de agua, reservorio ideal para el desarrollo de los mosquitos. Un problema que no se ha logrado remediar con las campañas educativas, pues incluso las tasas de dengue se mantienen altas.

Muestra además la estrecha unión entre pérdida de bosque y enfermedades transmitidas por vectores, como han demostrado diferentes estudios locales, una situación que en distintas regiones agravará el problema.

El llamado del Ministerio al personal y a las instituciones de salud es a atender a cualquier persona con énfasis en mujeres embarazadas. Por eso ayer declaró la alerta hospitalaria que permita disponer de los recursos necesarios.

De la adecuada atención, sin negar los exámenes que la situación demanda, dependerá el bienestar de muchos colombianos y una estabilización del brote actual, que se prolongará varios meses más.

Es la hora además de impulsar campañas efectivas, más allá del papel, para el control de los vectores, que en épocas de verano como la actual tienden a proliferar.

Colombia tiene que contener el zika reduciendo al mínimo sus efectos.

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