Hecatombe constitucional

“Se está modificando a espaldas del pueblo la Constitución”
"La mejor forma de blindar los acuerdos de paz, es respetando íntegramente la Constitución"

José Gregorio Hernández

Podemos decir, sin duda alguna, que una vez se firmen los acuerdos de paz en La Habana, podemos exclamar: la Constitución del 91 ha dejado de existir.

Al establecer por vía de los acuerdos de La Habana que estos automáticamente se incorporaran al bloque de constitucionalidad, quiere decir que ya no se necesita una Asamblea Nacional Constituyente para reformar nuestra carta magna y será una “reforma exprés”.

Indudablemente es una ruta muy controvertida escogida por el Gobierno y las Farc para implementar los acuerdos y blindarlos de tal forma que ningún gobierno en el futuro podrá modificarlos, eliminarlos y ni siquiera complementarlos. Es una verdadera camisa de fuerza o una coraza como las que le ponen a las plantas nucleares.

A pesar de que habrá un mecanismo de consulta, que seguramente será el plebiscito, en el cual se le preguntará a los colombianos si quieren la paz o no, pero lo que no sabemos, ni entendemos, ni comprendemos aún, es por qué no se han ido socializando los acuerdos, y el Gobierno, en su arrogancia y su egocentrismo, no ha sabido explicarlo, ni comunicarlo a la ciudadanía.

De manera que aprovechando que tienen las mayorías suficientes para hacer aprobar el acuerdo dentro del trámite del Acto Legislativo para la Paz, al cual le restan dos debates en el Congreso para terminar su aprobación, que deberá darse antes del 20 de julio, van a elevar el Acuerdo Final a la calidad de “acuerdo especial”.

Una vez firmado el Acuerdo Final de Paz, entrará al bloque de constitucionalidad como cualquier tratado internacional, sobre Derechos Humanos y conceptos del Derecho Internacional Humanitario definidos en la Convención de Ginebra de 1949, en especial el Artículo 3 común, que abarca los conflictos no internacionales.

Considero que si se va a hacer la paz con las guerrillas, también sería importante que el presidente Santos escuchara a la oposición, que son el 50% de la población y creo que esa cifra es bastante importante para incorporarla a un proceso con el cual se busca la reunificación de los colombianos.

El procurador Ordoñez en una muy fuerte carta le ha dicho al presidente: “Ahora la mesa de La Habana tiene poderes constituyentes, se les ha otorgado funciones que el ordenamiento jurídico no podía otorgar. Se está modificando, a espaldas del pueblo, la Constitución colombiana”.

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