HECHOS DE CONSPIRACIÓN

Bajo un escenario de cualquier novela policiaca, los hechos acaecidos que ni el Mundial de Futbol pudo disfrazar se han develado cada vez más los tentáculos del empresariado santista y la amenaza de una posible inestabilidad en el Estado colombiano que quién sabe hasta dónde nos lleve. El fatalismo ha sido nuestra constante nacional en el análisis histórico, pero cada vez se acerca el cometa del peligro.

En una emisora que le pertenece al grupo Santo Domingo de color azulito y a donde a los uribistas los tratan como objetos curiosos y de burla, un panelista pro gobiernista y de acento “progresista”, gritaba por los micrófonos que el Presidente Uribe solamente descargaba “amargura y odio” por sus trinos de la red social Twitter y que al publicar denuncias sobre actos terroristas de las FARC y el ELN contra el medio ambiente y los humildes de la Patria, furibundos ciudadanos reclamaban que por favor los dejara respirar un momento de felicidad…solo sé que siempre será maldito el destino de una Nación que por frivolidades o una aparente “prosperidad” da la espalda a los intereses genuinos del Estado del que hacen parte como sociedad. El gran periodista Lucas Caballero Calderón “Klim”, decía hace más de cuarenta años que en Colombia solo se hablaba de tres cosas: reinados, fútbol y política. Es triste que los clásicos de la opinión y la historia nuestra sigan teniendo vigencia.

Pero la política no se discute ni se vive en serio…y después de la mejor presentación mundialista que haya hecho la selección nacional de futbol en la historia, parece ser que al Régimen le ha salido mal utilizar esta coyuntura para hacerse propaganda –y también a su pupilo el sátrapa de Bogotá, quien usó Canal Capital para retransmitir los monólogos del socialista-capitalista argentino Diego Maradona-. Todo esto mientras suben impuestos que perjudican de gran manera a la clase media e irán por la baja; mientras los oligopolios propios y de oportunistas extraños se compran el resto del país; mejor ni hablemos de la “justicia colombiana” que es una “justicia” de república bananera….pero lo más grave es que nos quieren borrar la memoria de la grandeza que hemos tenido siempre –con nuestros defectos organizativos y culturales- como Estado Nación colombiana.

Pero lo más curioso es que los mensajes cifrados no se encuentran en la “gran prensa” oficial. Y en los cada vez más abundantes portales y medios de internet izquierdistas que se reproducen en Colombia con sus respectivos “colectivos”, “corporaciones”, “fundaciones”, “grupos de medios”, han dado líneas comunes informativas sobre la ofensiva de las FARC y el ELN contra objetivos estructurales y militares en el departamento de Antioquia, más el fortalecimiento de grupos pro zonas de reserva campesina en el mismo; el libro que sale a principios de año contra el Procurador Alejandro Ordoñez dada la tragicomedia de la destitución de Gustavo Petro “El último inquisidor”  del profesor de ciencias políticas de la Universidad de los Andes Jorge Andrés Hernández, que en 200 páginas de resentimiento y mediocridad periodística e histórica, esconde el verdadero propósito del libro: mostrar cómo de manera oculta la teoría del constitucionalismo patriótico, es decir reducir el patriotismo de sentimiento emocional a simplemente el cumplimiento de un reglamento –teoría inventada por el filósofo marxistaJurgenHabermas y que fue adoptada por el gobierno alemán para la reeducación del Ejército y la sociedad civil para borrar vestigios del Tercer Reich en Alemania.

En ejemplo similar se encuentra el nefasto proyecto de crear un Ministerio de Seguridad Ciudadana donde un principal objetivo es englobar a la Policía Nacional y así sacarla de depender del Ministerio de Defensa Nacional, con las respectivas consecuencias para el orden institucional y el mismo bienestar económico y de seguridad social de los efectivos policiales. Aunque en Colombia, esta desinstitucionalización viene planteándose desde principios de los años noventa por parte de sociólogos de la Universidad Nacional, su máximo autor en un libro titulado Una Reforma Ejecutiva para  la justicia, la seguridad y la gobernabilidad a la altura de los tiempos  -que tiene tan largo el título como las sospechas que despiertan la vida política y financiera de su autor-, es el abogado y profesor de la “uribista” Universidad Sergio Arboleda José Andrés O Meara. En una próxima columna daré detalles sobre su paso por el Ministerio del Interior y de Justicia bajo Carlos Holguín Sardi –socio del buffet de abogados fundado por O Meara-, la Contraloría General bajo Julio César Turbay Quintero y la sorprendente coincidencia de que en el mismo edificio donde quedan sus oficinas de la Calle 116 con Avenida 19 en el barrio Pepe Sierra fue arrestado a principios de 2013 el contratista Julio Gómez, cercano a los primos Nule y a Emilio Tapias responsables del saqueo a Bogotá en el desgobierno de Samuel Moreno Rojas.

La tragedia nacional se cocina desde el empoderamiento de escuelas académicas, políticas y lenguajes más que contrarios, negatorios de la identidad nacional. Poner constituciones sin sentimientos, reducir el Ejercito y humillar a la Policia Nacional, NO ES ACEPTABLE PARA LA REPUBLICA DE COLOMBIA. La democracia nacional, con todas sus limitaciones, ha sido estable y nada tiene que ver ni con la Alemania del Tercer Reich ni con la Panamá del narco-dictador Noriega. El circuito legal e ilegal de las FARC y el Partido Comunista son por naturaleza anticolombianos. Está en cada ciudadano de bien, uribista o no, seguir permitiendo el empoderamiento del crimen a través de su indiferencia a la realidad nacional y al aceptar la orden de permanecer idiotas frente a un televisor o a la portada de un pasquín.

@armesto1989

jairohispano89@gmail.com

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