LA BARCA DE CALDERÓN

La dignidad

El domingo 26 de enero la Convención Nacional Conservadora eligió a Marta Lucía Ramírez candidata del Partido. Los amigos del reeleccionismo Santista, al verse abocados a una derrota sin remedio, resolvieron abandonar el barco con el propósito de dejarlo sin quórum y deslegitimar el certamen.

El triunfo con más de mil votos de la ex ministra de Defensa fue incuestionable, y le permite ser oficialmente ungida para el gran reto electoral presidencial. El conservatismo recobró su dignidad y afianzó sus posibilidades de ser una colectividad autónoma y respetable. Nada pudo la mermelada gobiernista y solo 10 senadores de los 22 que componen la bancada parlamentaria en la Cámara Alta abandonaron el recinto. El resto del Partido, constituido por representantes legítimos de la base conservadora, permaneció fiel al compromiso contraído. Como dijo Luis Fidel Moreno "Humildes  soldados derrotaron a generales soberbios”

Demandas

Como diría Laureano Gómez "la raposas jurídicas" proponen demandar ante las autoridades electorales, el solemne acto celebrado en un intento desesperado por desconocer los estatutos, y menospreciar los documentos en que se apoya la decisión mayoritaria; de nada valdrán estos propósitos pues la realidad política es inocultable: Marta Lucía Ramírez emerge como candidata única del histórico Partido Conservador.

Los demás

Este hecho frena el crecimiento vertiginoso de Peñalosa que, sin haber oficializado su candidatura, según los últimos sondeos marca más que el candidato Oscar Iván Zuluaga del Centro Democrático. Si la Convención Conservadora hubiese tomado la decisión de apoyar a Santos, los conservadores que no simpatizan con el Presidente – Candidato, hubiesen ido a parar al Partido Verde. La presencia de Marta Lucía como candidata impide que los conservadores indignados se muevan de la carpa azul.

La tristeza Santista

Concluido el debate, caras largas eran la constante en predios cercanos al Centro de Convenciones “Jiménez de Quesada”, y especialmente en el restaurante El Virrey del Centro Internacional, donde la cúpula del santismo godo había instalado su cuartel general, con la mermelada que untaba en varias tostadas el caldense Floro Arturo Yepes. Desde allí se dispararon las alarmas con destino a la Casa de Nariño, en el momento en que el veterano líder barranquillero Roberto Gerlein se vio superado por la fuerza de la base azul.

Histórica silbatina

Si bien se puede considerar de mala educación la silbatina con que fue recibido Gerlein cuando intentaba postular la coalición con el santismo, también es dable reconocer que la reacción airada del grueso de los convencionistas no se dirigía precisamente contra el senador costeño sino, claramente, en rechazo al Presidente – Candidato. Los silbidos llegaron diáfanos hasta el Salón de los Gobelinos, donde Santos se acicalaba pensando en llegar al “Jiménez de Quesada” en hombros victoriosos. Un par de horas después debió modificar por completo su agenda y cambiar el vestido de triunfo por la sudadera de campaña.

Voces destempladas

Así mismo sonaron destempladas las reacciones del camaleónico Roy Barreras, quien alegaba – solitario – en su Twitter que las bases azules preferirían a Santos. ¿Mal informado, despistado o desconsolado?

Los triunfadores

Merecen todos los honores por el triunfo obtenido el ex presidente Andrés Pastrana por su verticalidad contra los tránsfugas de su partido, Ángela Ospina de Nichols por defender la herencia de sus mayores, Juan Mario Laserna principal animador del triunfo, José Darío Salazar quien en solitario se enfrento a los famélicos mermelados del congreso, Cesar Tulio Delgado y el voto unánime de la bancada del Valle, así mismo el senador Jorge Hernando Pedraza, lo mismo que el equilibrio y la recta aplicación de los estatutos del Presidente del certamen Omar Yepes Alzate.

@BarberiaBarca

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