La foto de la semana

Muchos opinadores o conocedores siempre se refieren a las encuestas como “la foto del momento”. De ahí a que de una semana a otra los resultados sobre equis tema puedan variar considerablemente.

Las encuestas han sido puestas en entredicho en los últimos años, ya que muchas de ellas se han equivocado mucho más allá del margen de error que siempre manejan. Recordemos el caso del Brexit, la elección de Trump en Estados Unidos y el Plebiscito del pasado octubre en Colombia. La inmensa mayoría –por no decir todas- de las firmas encuestadoras se rajaron sobremanera en los casos expuestos como ejemplo.

Pero a pesar de esa enorme equivocación, no dejan de llamar la atención de muchos y por ello no dejan de ser materia de estudio o debate.

Esta semana se conoció la reciente encuesta realizada por la empresa Guarumo, la cual arrojó varios resultados interesantes. Cabe aclarar que hubo una encuesta presencial y otra vía internet.

Por motivos de espacio en esta columna, me referiré solo a dos puntos –que en mi humilde parecer – son relevantes. El primero respecto al resultado que ambas encuestas dieron en relación a la pregunta “¿Si las elecciones al congreso de Colombia fueran el próximo domingo, usted por cual partido o movimiento votaría?”, en donde el Centro Democrático (CD) encabeza la intención de voto, en una con el 16.9 % y en otra con el 21.8 %. Esta no es la primera vez que el CD lidera la voluntad de voto al Congreso. En varios sondeos y encuestas –de diferentes firmas o empresas- se ha obtenido este resultado. ¿Qué deja entrever? Que el pueblo colombiano ve en el CD el único partido que ha guardado coherencia, disciplina y seriedad en todos los asuntos de interés en el ámbito internacional, nacional y regional. ¿Ha sido perfecto? Claro que no. Pero sí ha mantenido una sola línea en sus reparos y propuestas, y esto lo observa el ciudadano de a pie y a su vez lo premia. La ciudadanía de hoy no solo está más informada sino también más formada. Por ende, el CD aumentará el número de congresistas de forma considerable y se consolidará como la mayor bancada en el Congreso de la República y, claro, esto marcará el camino de la victoria a la presidencia por parte de la coalición del NO teniendo como motor al CD.

El segundo aspecto dista totalmente del primero. Me refiero al partido de gobierno, al partido de la U (PU). En la encuesta en mención (tanto presencial como internet), el PU arroja como resultado a la misma pregunta un 3.9 % y un 1.7 %. Ambas cifras significativamente bajas. ¿Por qué? Por dos motivos creería yo. El primero, porque precisamente es el partido de gobierno, y aunque gobernar genera un desgaste, no basta con ello para alcanzar tan bajos niveles de apoyo, debe haber –y lo hay- mucho detrás de ello. Por ejemplo, el espurio proceso de paz y el robo del resultado del plebiscito; el pésimo manejo dela economía; el derroche y el aumento de la burocracia; las sistemáticas mentiras en donde poco a poco aflora la verdad; el estético manejo dado en materia internacional (caso Venezuela); los casos de corrupción; el desconocimiento o negación de la realidad del país; y en fin, tantos y tantos hechos más que requeriría una encíclica en lugar de una columna para acotarlos.

El segundo motivo de la decadencia del PU es el manejo dado por personajillos como Roy y Benedetti, entre otros, en donde prostituyeron y desfiguraron el ideario bajo el cual había nacido este partido, y lo transformaron en una fábrica de avales, una más de las tantas que hoy ya existen. Así como algunas personas o familias autorizan la donación del cuerpo fallecido para que este sea objeto de estudio por parte de la ciencia, propongo que al de cujus PU lo donen también, y así este pueda ser analizado por la ciencia política o la sociología o cualquier otra área del conocimiento. Muy seguramente esas investigaciones darían a conocer los referentes en cuanto a qué no se debe hacer en un, o con un partido político. Qué prácticas se deben desechar para mantenerse vigente con el pasar del tiempo.

En definitiva, somos testigos de cómo algunos mueren justamente (PU) y cómo otros nacen y se fortalecen (CD) en la vida política. He ahí la importancia del deber por parte de la militancia de cuidar el ideario para las presentes y futuras generaciones. Recuerden, no basta con el relevo generacional si este no va acompañado del relevo de las prácticas politiqueras.

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