La Guerra y la Paz

No se trata, en este escrito, de hacer una descripción o una disertación sobre la conocida obra de León Tolstoi, que en general podría considerarse como una novela costumbrista, en el sentido de que su contenido abarca historia, romanticismo, situaciones bélicas y aspectos filosóficos a través de 50 años del siglo XIX, incluyendo las guerras napoleónicas. Se trata más bien de analizar algunas situaciones que están ocurriendo en el “realismo trágico” en que está  sumergida Colombia.

Este “realismo trágico” se demuestra en muchas situaciones. El caso de las Cortes donde es preciso reconocer que aún hay buenos magistrados, ha merecido serias críticas y bien pudiera decirse de algunos magistrados que “las habéis convertido en cuevas de ladrones”.

En primera instancia el Primer Mandatario a quien eufemísticamente llaman el “Presidente Candidato”, se ha dedicado a utilizar dos sombreros el de Presidente y el de Candidato según su propia conveniencia, como se vio recientemente en Vigía del Fuerte, y se ha autoerigido como el nuevo “Pacificador”, título de ingrata recordación en nuestra Historia.

Con esa tónica ha pretendido polarizar el país en el sentido de que “Quien no está conmigo está contra mí” o, en otras palabras, se trata de ser amigos de la “guerra sin fin o del fin de la guerra”, o el otro estribillo repetido es el de “cambiar el pasado por el futuro”. Sobre este hay que reconocer que el Candidato Presidente ha sido gran protagonista del pasado reciente y que parece olvidar el dicho sabio que dice: “Vaca ladrona no olvida portillo”. Esta pobreza del repertorio de propaganda, se debe a la escasez de ideas y de estrategias a ser utilizadas en su eventual segundo mandato. A pesar de eso, ahora “el mamertismo” ,todos a una, respaldarán al Presidente Candidato. ¿Órdenes de la Habana?

Entre los grandes derrotados y desprestigiados en la primera vuelta reciente, hay que destacar las grandes cadenas radiales y de TV, pero como Jalisco: “cuando pierden arrebatan”. A muchos de sus envenenados comentaristas les preguntaría Marañas: ¿Dónde aprendieron periodismo? Y también ¿Dónde se les olvidó?

Otro lema utilizado por el Candidato Presidente, es el de “como nunca antes” se había hecho, durante su mandato se hizo  tal o cual realización. Y vale la pena recordar el caso de las Autopistas de la Montaña, que cambió por el de las Autopistas de la Prosperidad, y, como van las cosas, ya se están denominando Autopistas para la Posteridad. Lo triste del caso, a nivel local, es que algunos de sus áulicos  salen a respaldar el dicho, cuando la realidad es que no se ha vertido una palada en  la región. Se habla de que “se invirtieron 25 o más billones” y cabe preguntar ¿Dónde? Olvidan que el proyecto es, en la actualidad “chimbo” porque su financiación está dependiendo de la venta de Isagen. Ante la temida ausencia de proponentes, ha trascendido que han venido llamadas “de arriba” para que al menos se presenten uno o dos proponentes.

El asunto de las llamadas “de arriba” no es nuevo, puesto que es la justificación de la salida de destacados columnistas, de los diarios que dependen de la mermelada y, aparentemente, tuvo que ver con la no salida de Avianca de Venezuela. ¡Despierta Colombia!

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