La “impunipaz” y el “desescalamiento” de la vergüenza

“El imperio de la Ley ha sufrido un golpe mortal. El chantaje se ha vuelto respetable”. Robert Gordon Menzies. Político Australiano.

El dos veces primer ministro australiano, Robert Gordon Menzies, a quien su responsabilidad con los principios y la libertad no le permitió abstenerse de combatir a Hitler, pudiéndose “hacer el loco” por estar su isla a 14.000 kilómetros del teatro de guerra europeo, decía que “hay más cosas en la vida que se pierden por la indiferencia que por la abierta hostilidad”.

Pues la indiferencia de este gobierno por la integridad y por la defensa de la ley, de los valores democráticos y de la dignidad de los colombianos de bien, no parece tener límites, pues cada vez que de La Habana le dan órdenes y lo chantajean, porque saben de su necesidad y ambición por un premio Nobel, la genuflexión es su acto reflejo, con la diferencia que el suyo no es involuntario aunque sí estereotipado.

La equivocación de este perverso, equivocado y peligroso proceso de paz, no del deseo de paz que tenemos todos, que confundió la paz con el apaciguamiento y que por sacrificar la justicia está sembrando una guerra peor que veremos en los próximos años, se manifiesta cada vez más en una cascada interminable de irresponsabilidades.

Uno quisiera hablar de otras cosas, pero como este gobierno todas las semanas se inventa una ridiculez y una desvergüenza, no soy capaz de callarme ni de entrar en la onda de los “domados” a quienes ya les salió cayo moral y por falta de carácter están pensando que es mejor quedarse en silencio y volverse “políticamente correctos”.

Ahora el gobierno decidió engrupir a la gente con un tal “desescalamiento” que quién sabe qué carajos significa eso. ¿Será que en vez de dispararle en la cabeza cinco veces a los soldados, en enero solo les dispararán cuatro y en agosto tres? ¿Será que los próximos secuestrados ya no estarán encerrados como animales desde 1.999, como siguen algunos, sino que estarán “solo” 12 años por ejemplo? ¿Será que en 2015 ya no van a reclutar mil niños sino 999?

Pero lo peor de toda esta payasada es que como el gobierno admitió que somos iguales a los delincuentes y que incluso somos los culpables y ellos las víctimas, el desescalamiento significa que la acción represiva y legal de los aparatos militares del país también tiene que ir reduciéndose, más de lo que ya está, y de esta manera si las fuerzas militares no los persiguen y acosan, la guerrilla no tiene que matar a nadie ni secuestrar a nadie, porque sin ninguna presión pueden dedicarse tranquilos al narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión.

¿Eso es la paz? No atosiguemos a los delincuentes, no los persigamos, no los acusemos de nada, no hagamos cumplir la ley y de esa forma ellos no matarán a nadie y así las estadísticas de muertos, que parece que se convirtió en la forma de medir la “seguridad”, mejorarán y podremos gritar al mundo que estamos en “impunipaz”.

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