La paz con justicia social es una patraña dilatoria

La llamada paz con justicia social utilizada por las Farc, es una tramoya para eternizar los diálogos en la Habana, porque lo que busca la banda armada es posesionarse mejor, teniendo como táctica el cese unilateral de fuego indefinido que declararon a partir del 20 de diciembre pasado, eso quedo bastante claro en el programa Hora20 de Caracol, emitido el pasado lunes 16 de febrero desde Cuba, donde invitaron a tres miembros del secretariado de esa organización terrorista, quienes manifestaron que el fin del conflicto no está al alcance de la mano y, envalentonados afirmaron que no hay ni vencedores ni vencidos y prácticamente anunciaron un empate en la guerra y por eso según ellos, no pagaran por los crímenes atroces cometidos en más de 50 años de vesania, que no son indultables ni prescriben de acuerdo al estatuto de Roma, además quieren la revolución por contrato mediante cambios estructurales y después exigirán la entrega de todo el poder.

Claro que eso es una paradoja, porque en los regímenes comunistas que existen en el mundo y que son afectos política e ideológicamente al grupo terrorista de las Farc, como es el caso de Norcorea, allí hay una “Pax Romana” en la población, por la brutal represión de parte de la monarquía marxista, pues ese pueblo se muere literalmente de hambre, entonces de ninguna manera en ese país hay justicia social, igual en Cuba en donde se le distribuye la miseria equitativamente a la población por parte de la nomenclatura Castrista, tampoco se ve la justicia social con el régimen del socialismo del siglo XXI en Venezuela, ya que en 16 años de Chavismo han habido 200 mil muertos por acción del hampa y, la justicia social no existe al presentarse en esa Nación una de las inflaciones más altas del mundo con un desabastecimiento y una deuda impagable que bordea los 240 mil millones de dólares.

Así que la marrulla de las Farc en la Habana, en donde plantean que no se llegará al fin del conflicto, si no hay justicia social, es una sinvergüencería, ya que de aquí a que se erradique la pobreza completamente y, la calidad de vida de la población alcance niveles altos, pasaran muchas décadas, y eso sin contar con las cíclicas crisis económicas internacionales, lo que significa que los diálogos en Cuba serán sempiternos y así es imposible lograr la paz política.

Subrayando que las Farc no representan a la población Colombiana y por eso no se pueden tomar la vocería de los 48 millones de habitantes, ya que existen organizaciones sociales como los Sindicatos, que son los representantes naturales y auténticos de los sectores populares, mientras que la guerrilla no pasa de ser sino un simple proyecto violento y burocrático, con argumentaciones supersticiosas, obsesionados con la toma del poder, para supuestamente vengar las injusticias sociales, sabiendo que las Farc son también responsables de gran parte de la pobreza que hay en el País, al haber declarado la guerra hace 5 décadas, financiándose con el narcotráfico y toda clase de delitos.

Por eso no se puede olvidar que dentro de la concepción contumaz y mágica de la guerrilla marxista-leninista, consideren como un triunfo sobrevivir, así no haya logrado sus objetivos en 50 años, resaltando que en todo este tiempo de conflicto, las Farc no pasaron a la otra fase, como sería la guerra de posiciones, sino que siempre han estado en la guerra de movimientos y, las únicas veces que han dominado territorio plenamente, es cuando el Estado se lo ha entregado para negociar, como fue lo de Casa Verde y el Caguán, o sea que las Farc no avanzaron y por el contrario retrocedieron, situación que se evidencio específicamente con la Seguridad Democrática del expresidente Uribe.

Si para el grupo terrorista de las Farc sobrevivir es un triunfo, los diálogos de La Habana serian un éxito mayor, siguiendo la receta de Maquiavelo, quien enunciaba que sentar al enemigo a conversar era una ganancia notoria; por ello malévolamente los jefes comunistas totalitarios tanto armados como en la legalidad, al reclamar la paz con justicia social de acuerdo a su práctica ladina, pretenden prolongar las conversaciones indefinidamente, buscando aleatoriamente días de suerte, para que la población se levante y se presente una situación preinsurrecional contando para ello con algunas organizaciones sociales, pero se sabe que la influencia extremista marxista en el conjunto de ellas es escaza.

De acuerdo a lo anterior no se puede pasar por alto, que tiranos tristemente celebres, como Hitler y Mussolini, engañaban a las masas con el cuento de la “justicia  social” primero para conquistar el poder político y luego para perpetuarse en él, así que conociéndose los resultados catastróficos de ese discurso miserabilista para la humanidad de parte de los dos genocidas anteriormente mencionados, también hay que desenmascarar la perorata de “la paz con justicia social” que hoy eructan miembros de la guerrilla Colombiana.

Los cabecilla de la narcoguerrilla de las Farc, proclaman la paz con justicia social como patraña dilatoria de los diálogos de la Habana y de paso no dicen nada con respecto a la entrega o destrucción de las armas que posen, lo que demuestra que subliman a la violencia, igual que lo hacia el mono Jojoy en el Caguan quien se ufanaba por estar vivo gracias a las armas, lo cual a la postre no le sirvió, entonces contrario a lo que dijeron los cabecillas de las Farc en el programa Hora20, a la corte penal internacional no le interesa el resultado de la guerra, pues los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra deben de ser sancionados sea por la Justicia local o internacional, sin importar motivaciones sociales y políticas por las cuales los cometieron.

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