LA PROSTITUYENTE

El diálogo fracasó, como lo habíamos vaticinado antes de su instalación. Era una vil ficción que tenía el propósito de perjudicar la protesta de la juventud venezolana frente al mundo. Nos sirvió para demostrar que tenemos la razón cuando hablamos de la Oposición Oficialista. Asimismo, el fracaso del diálogo demostró que estamos en lo cierto cuando afirmamos que no vamos a prestarnos para semejante show; la juventud está más clara, políticamente, que los “adultos” que alegan tener la “experiencia” en política.

A pesar de todo esto, la MUD y el PSUV no se detienen en su afán por desbaratar el proceso de cambios que hemos promovido en todos los niveles de la política. En este año, donde no hay calendario electoral, insisten en promover unas elecciones, en función de varias razones:

1. Ellos dicen que toda salida constitucional pasa por un proceso electoral. Esto es falso: la Constitución establece mecanismos NO-electorales para salir de un régimen que viola Derechos  Humanos y que va en contra de los principios democráticos; en el marco de nuestra tradición  republicana y la lucha por la Libertad. Lo que dicen es peligroso, porque, ante el mundo, esta “oposición” asegura que aquí hay Democracia; reforzando la decadente tesis del inofensivo “déficit democrático” del régimen.

2. Ellos dicen que la agenda electoral es una excusa para movilizar a la gente. Esto es oprobioso: concebir a la población como un rebaño de ovejas, que hay que engañar para que se movilice, es reforzar este sistema político decadente, populista y demagogo. No toleramos que se asuma a la gente como un montón de idiotas, porque nuestro Nación será grande con su gente digna y pensante.

3. Ellos dicen que exigirán condiciones con una renovación del CNE. Esto es inaudito: mientras que la Junta Patriótica Estudiantil y Popular, la Resistencia y los venezolanos valientes, que están en las calles, exigen un cambio de raíz del sistema político, aquellos personajes proponen “renovarlo”, es decir, seguir con el mismo sistema legitimando la catástrofe. Pero, ¿por qué? En abril 2013 llamaron a votar y se dejaron robar las elecciones; en diciembre del mismo año, con todo lo que pasó en abril, llamaron a votar motivando y argumentando -irresponsable y delincuencialmente- que esos comicios fungirían de “plebiscito”… lo que lograron con eso fue lo que en realidad querían: legitimar a Maduro en Miraflores. Luego, en enero de este año, empezaron a catalogar al régimen como una dictadura, y a vociferar que había que sacarlo; ¡pero en mayo llamaron a votar de nuevo! – con el mismo CNE y sin condiciones. Lo más grave fue que dijeran que ganaron, cuando, en honor a la verdad, legitimaron la aberrante decisión de Maduro y los cubanos de meter en la cárcel a esos alcaldes en pleno ejercicio de sus funciones. La incoherencia es, por decir lo menos, evidente y nosotros no podemos guardar silencio.

4. Ellos dicen que cualquier otra salida es golpismo. Esto es ridículo: no sólo desconocen a conveniencia los demás mecanismos NO-electorales planteados en la Constitución, sino que, además, utilizan el mismo andamiaje lingüístico y comunicacional -decadente- del régimen para reforzar la cultura política de este sistema putrefacto. De esta forma, le hacen mucho daño – intencionalmente- a la Resistencia; daños que se ven reflejados en su composición y esencia.

5. Ellos dicen que la salida es democrática. Esto es obvio: no hay mayor expresión de civismo republicano y de democracia (casi directa), que una ciudadanía desbordando las calles en desobediencia civil generalizada y organizada. Pero aun así, los personajes en cuestión -pretendiendo argumentar sus ilusorias premisas con ejemplos extraídos de otras realidades y contextos lejanos- quieren justificar más de 15 años de falsa oposición, “combatiendo” a una tiranía comunista a través mecanismos pacíficos (que ellos entienden, léase bien, como pasivos).

En este sentido, es rechazable cualquier mecanismo electoral que se proponga a estas alturas, después de todo lo que hemos vivido:

-No es tolerable que se consulte nuestra Libertad a un régimen que nos quiere esclavos.

-No es tolerable que se deshonre la gesta de tantos jóvenes venezolanos con argumentos tan débiles y sin ningún tipo de sustento, aduciendo que “todos” son necesarios y que “todos” los puntos de vista son “importantes”.

No. No todo sirve: hay cosas que sí y hay cosas que no. No todos son importantes: quienes quieran conquistar la Libertad, son bienvenidos al combate; quienes quieran ser un obstáculo para ello, les preferimos de adversarios – para así saber con quién se cuenta y con quién no. El relativismo NO hace Repúblicas.

Esta posibilidad de prostituir nuestro futuro -entiéndase la prostitución como la venta de nuestra Libertad por un precio en metálico- la vamos a condenar y rechazar. No sólo porque es una posibilidad para la MUD y para el régimen de relegitimarse, sino porque significa ponerle nuestro país en bandeja de plata a los cubanos: una Prostituyente aseguraría la legalización definitiva del Castro-comunismo en Venezuela.

Lo único que tenemos es nuestra credibilidad; NO seremos incoherentes.

Libertad o nada.

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